El sistema motor visceral requiere claramente una retroalimentación sensorial para controlar y modular sus numerosas funciones. Como en el caso de las modalidades sensoriales somáticas (véanse los capítulos 9 y 10), los cuerpos celulares de las fibras aferentes viscerales se encuentran en los ganglios de la raíz dorsal o en los ganglios sensoriales asociados a los nervios craneales (en este caso, los nervios vago, glosofaríngeo y facial) (figura 21.5A). Las neuronas de los ganglios de la raíz dorsal envían un axón periférico para terminar en especialidades de receptores sensoriales, y un axón central para terminar en una parte del asta dorsal de la médula espinal cerca del asta lateral, donde se encuentran las neuronas preganglionares de las divisiones simpática y parasimpática. Además de realizar conexiones reflejas locales, las ramas de estas neuronas sensoriales viscerales también viajan por el rostro para inervar las células nerviosas del tronco cerebral; en este caso, sin embargo, el objetivo es el núcleo del tracto solitario en la médula superior (Figura 21.5B). Las corrientes de las vísceras de la cabeza y el cuello que entran en el tronco cerebral a través de los nervios craneales también terminan en el núcleo del tracto solitario (véase la figura 21.5B). Este núcleo, como se describe en la siguiente sección, integra una amplia gama de información sensorial visceral y la transmite al hipotálamo y a los núcleos motores pertinentes del tegmento del tronco cerebral.

Figura 21.5. Organización de la entrada sensorial al sistema motor visceral.

Figura 21.5

Organización de la entrada sensorial al sistema motor visceral. (A) La entrada aferente de los nervios craneales relevantes para la sensación visceral (así como la entrada aferente que asciende desde la médula espinal no mostrada aquí) convergen en el núcleo del tracto solitario. (más…)

Las fibras sensoriales relacionadas con las vísceras sólo transmiten información limitada a la conciencia, principalmente el dolor. Sin embargo, la información aferente visceral de la que no somos conscientes es esencial para el funcionamiento de los reflejos autonómicos. Los ejemplos específicos que se describen con más detalle más adelante en el capítulo incluyen información aferente relevante para el control cardiovascular, para el control de la vejiga y para el gobierno de las funciones sexuales (aunque los reflejos sexuales, excepcionalmente, no están mediados por el núcleo del tracto solitario).

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