Además de ser un posible remedio para el dolor de garganta, la miel tiene una amplia gama de otros posibles beneficios. En los siguientes apartados los veremos con más detalle.
Antimicrobiano
Muchas personas utilizan la miel por sus propiedades antimicrobianas. Un estudio de 2019 señala el potencial antimicrobiano de la miel y sugiere que merece una mayor investigación.
Por ejemplo, los autores del estudio dicen que la miel puede ser más eficaz que muchos antibióticos comunes contra las bacterias, incluyendo el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina. Esto sugiere que la miel podría tener un uso potencial como antibiótico contra las bacterias resistentes.
Antioxidante
La miel también es conocida por sus potenciales propiedades antioxidantes. Esto la ha visto convertirse en un ingrediente deseable en una gama de diferentes productos alimenticios.
Según el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa, los antioxidantes son sustancias sintéticas o naturales que pueden prevenir o retrasar algunos tipos de daño celular.
Un estudio de 2018 sugiere que el consumo de miel, ya sea solo o como parte de una terapia combinada, puede proporcionar una fuente natural de antioxidantes.
Tratamiento de heridas
La gente ha utilizado la miel durante miles de años como remedio en el cuidado de heridas. Aunque se necesita más investigación, la evidencia sugiere que la miel puede desempeñar un papel en la aceleración de la curación de heridas.
De hecho, una revisión de 2015 descubrió que la miel parecía curar las quemaduras de espesor parcial más rápidamente que los tratamientos convencionales y que trataba las heridas postoperatorias infectadas más rápidamente que los antisépticos y las gasas.
Cáncer
Hay pruebas limitadas que sugieren que algunas mieles pueden presentar cierta actividad anticancerígena.
Por ejemplo, un estudio de 2020 sugiere que la miel de Sidr puede contener propiedades anticancerígenas. Sin embargo, se necesita más investigación antes de que haya aplicaciones prácticas.