Probablemente todos hemos visto la vergonzosa escena de Rocky en la que el púgil sorbe sin reparos un vaso de resbaladizos huevos crudos para prepararse para la gran pelea (vía YouTube). Pero, ¿qué ciencia hay detrás de todo esto? Existen innumerables versiones del huevo semicocido y crudo, desde el steak tartare hasta los huevos benedictinos. Además, hubo una tendencia en las redes sociales especialmente poco apetecible que animaba a los participantes a comer huevos crudos en 2020 (vía ABC News). No podemos evitar preguntarnos si comer huevos al estilo Rocky es realmente beneficioso – o más problemas de los que vale.
Desde hace más de un siglo, la práctica de tomar huevos crudos ha sido promocionada por los entusiastas del fitness y los culturistas como una forma rápida y eficiente de ganar peso (vía Slate). Incluso Arnold Schwarzenegger ha admitido que de joven se zampaba un batido de proteínas cargado de leche en polvo, miel y huevos crudos (vía Twitter).
A menos que te guste mucho la textura de las ostras crudas, dudamos que estés pidiendo a gritos un vaso con seis huevos crudos (ten en cuenta que Rocky tampoco se molesta en batir las yemas). Así que puede que te alivie saber que los huevos crudos no tienen realmente ningún beneficio para la salud en comparación con los huevos cocidos – además, consumir huevos crudos puede suponer un pequeño riesgo para la salud, mientras que el principal riesgo que conlleva hacer una tortilla es que se queme el fondo cuando te olvidas de que la estufa sigue encendida.