Detectar la escoliosis puede ser complicado.
Los síntomas suelen ser sutiles durante las primeras etapas, lo que puede hacer que sean fáciles de descartar.
En los niños, el desarrollo de la escoliosis suele pasar desapercibido hasta que llegan a la adolescencia y entran en una fase de crecimiento rápido. En los adultos, puede ser incluso más difícil de detectar. Un estudio descubrió que la afección pasaba desapercibida en el 67% de los pacientes adultos con escoliosis que sufrían dolores de espalda, sobre todo cuando la curvatura de la columna era leve. Incluso los pacientes con una curvatura de moderada a severa no fueron diagnosticados en más del 10% de las ocasiones.
Saber lo que hay que buscar puede hacer que estés más atento a los ligeros cambios que pueden indicar una curvatura anormal en la columna vertebral. Captar el defecto en sus primeras etapas proporciona más tiempo para corregir el problema antes de que se agrave.
Tenga en cuenta, sin embargo, que la escoliosis es una condición compleja que sólo debe ser diagnosticada por un experto médico. Un diagnóstico preciso suele requerir una radiografía de la columna vertebral.
A continuación, los cinco signos y síntomas más comunes de la escoliosis:
1. Antecedentes familiares de escoliosis
Las probabilidades de desarrollar escoliosis son -hasta cierto punto- mayores si un hermano, padre o abuelo la tiene. Alrededor de tres de cada 10 pacientes con escoliosis idiopática adolescente tienen antecedentes familiares de la enfermedad, según la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos. Otras investigaciones han demostrado que de todos los factores relacionados con el desarrollo de la escoliosis, la genética representa aproximadamente el 38%.
También hay varias afecciones que pueden aumentar las probabilidades de sufrir escoliosis:
- Un traumatismo o defecto importante al nacer, como la distrofia muscular o la parálisis cerebral
- Infecciones
- Ritmos de crecimiento inusualmente rápidos
- Traumatismos experimentados durante la infancia
2. Postura anormal
Los primeros signos visibles de la escoliosis suelen observarse en la postura. A medida que la columna vertebral crece a lo largo de su curva, empuja los hombros, la cintura y las caderas fuera de la alineación. Aunque los cambios pueden ser sutiles, la falta de simetría en la postura suele aparecer antes de que la propia curva de la columna se haga evidente.
Las señales de advertencia visibles de la escoliosis incluyen:
- Línea de los ojos inclinada
- Hombros desiguales
- Un omóplato sobresale
- Una cadera parece más alta o más pronunciada
- Caja torácica inclinada
- Mediaoreja fuera de la alineación con la punta del hombro (cuando se ve de lado)
- El centro de los ojos no está alineado horizontalmente con el centro de las caderas
- El cuerpo se inclina hacia un lado
- Una pierna parece más corta que la otra
- Ligera cojera al caminar
- Las costillas sobresalen durante una flexión completa hacia delante
- Cuello de camisa
- Mangas de camisa
- Pantalón
- Piernas
Es importante señalar que la postura anormal es simplemente uno de los síntomas de la escoliosis – no la causa. Aunque no sabemos qué causa el defecto inicial de la escoliosis, sí sabemos que la progresión de la curva se produce porque el cerebro no reconoce que la postura del cuerpo está desalineada. Como resultado, no consigue dirigir los músculos para corregir la curvatura de la columna vertebral y ésta sigue creciendo de forma anormal.
3. Ropa mal ajustada
Los cambios sutiles en la postura pueden hacer que la ropa parezca mal ajustada o asimétrica. Por ejemplo, unos hombros caídos o unas caderas inclinadas suelen hacer que una manga de la camisa o una pernera del pantalón cuelguen más abajo que la otra. Cuanto más severas sean las curvas, más difícil será encontrar ropa que le quede bien.
Busca desniveles:
4. Dolor de espalda
En la mayoría de los casos, la escoliosis no limita el movimiento ni causa un dolor de espalda notable hasta que las curvas se vuelven severas. Esta es parte de la razón por la que la escoliosis se pasa por alto tan a menudo.
Dicho esto, los dolores de espalda inexplicables podrían ser un síntoma de escoliosis – especialmente si persisten. A medida que la columna vertebral se curva, ejerce presión sobre los nervios y a veces sobre toda la médula espinal. Esto puede causar dolor de espalda baja, debilidad, entumecimiento o dolor en las extremidades inferiores.
5. Cansancio
Sentirse fatigado después de estar mucho tiempo sentado o de pie también puede indicar escoliosis. Cuanto más pronunciadas se vuelven las curvas, más duro tienen que trabajar los músculos circundantes para mantener el cuerpo alineado y equilibrado. Esto hace que se desgasten más fácilmente. Además, la escoliosis severa puede ejercer presión sobre la cavidad torácica, restringiendo eventualmente la capacidad de respirar, lo que puede causar fatiga crónica.
Si nota algún síntoma de escoliosis que le preocupe, lo mejor es acudir a un médico. La detección temprana puede marcar una gran diferencia en los resultados del tratamiento.
Un diagnóstico de escoliosis no tiene por qué acabar en cirugía. Alrededor del 80% de los casos no son altamente progresivos y no causarán una deformidad severa. Y aunque es habitual que los médicos recomienden la cirugía de fusión espinal en los casos graves, existen muchas opciones de tratamiento de la escoliosis no quirúrgicas.
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