Santa Anita Park abrió sus puertas el día de Navidad de 1934, y rápidamente se estableció como uno de los principales hipódromos de pura sangre de la región.
El recinto de casi 300 acres contiene numerosas características y estructuras, además del edificio de la tribuna, que están íntimamente relacionadas con la historia y la importancia de Santa Anita Park. Entre ellas se encuentran la pista principal, la casa de la pista, varios establos, el paddock, los establos de recepción y ensillado, y las puertas este y sur.
Santa Anita Park desempeñó un papel pionero en el desarrollo de la industria de las carreras de purasangres de California. La documentación fotográfica de la llegada se utilizó por primera vez en Santa Anita Park en la temporada inaugural de 1934-35. El «photo finish» está considerado como una de las grandes contribuciones del parque al deporte.
Además de su importancia arquitectónica y su asociación con la historia de las carreras de purasangres, Santa Anita fue el mayor centro de reunión para el internamiento de japoneses-americanos en la Segunda Guerra Mundial. Alrededor de 20.000 japoneses-americanos vivieron en el hipódromo durante 1942, en viviendas temporales en la zona de los establos y en barracones construidos en el aparcamiento del recinto. El hipódromo fue considerado apto para ser incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos en 2006.