Los riesgos nombrados no cubren unos cuantos escenarios diferentes. En primer lugar, no cubre cosas que podrían haberse evitado.
Por ejemplo: Digamos que has tenido el mismo microondas durante 15 años. Ya no calienta las cosas, pero oye, todavía se enciende, y tienes un presupuesto ajustado viviendo en NYC y todo. Si ese microondas hiciera un cortocircuito y provocara un incendio que destruyera tus cosas, tu seguro no cubriría necesariamente las pérdidas.
¿Por qué es eso?
Esto entraría en la categoría de situaciones que podrían haberse evitado con un mantenimiento y cuidado adecuados. Ahora bien, si se tratara de un microondas nuevo y ocurriera lo mismo, estaría cubierto, ya que definitivamente encajaría en los parámetros de «repentino y accidental».
En otro orden de cosas, mientras que la mayoría de las pólizas de seguro estándar le cubrirán los daños causados por el agua en caso de rotura de tuberías y desbordamiento, las inundaciones no están cubiertas. Lo mismo ocurre con otras catástrofes naturales.
También difiere según el estado: en California, por ejemplo, las cosas que se pierden o dañan debido a los terremotos no están cubiertas por la típica póliza de seguro de inquilinos o propietarios del Estado Dorado.
¿La moral de la historia? Asegúrate de comprobar las exclusiones de tu póliza y, si es necesario, obtén una cobertura adicional para proteger tus cosas contra los peligros de la madre naturaleza.