MAC tiene un problema.

La marca tiene la reputación de ser una de las más progresistas y filantrópicas de la belleza. RuPaul y K.D. Lang fueron algunos de los primeros portavoces de MAC, y a través del MAC AIDS Fund, la empresa ha recaudado más de 450 millones de dólares para apoyar a organizaciones que ayudan a las personas que viven con el VIH/SIDA, a menudo en algunas de las zonas más expuestas y desatendidas. Al principio, la marca era conocida por estar vehementemente en contra de las pruebas con animales. Pero en 2005, cuando empezaron a vender en China -un mercado de cosméticos de 30.000 millones de dólares- las cosas se complicaron un poco.

El gobierno chino exigió a MAC -como hace con todos los importadores de cosméticos- que pagara por las pruebas en animales como parte del proceso de registro, cuenta MAC a Teen Vogue. (Los productos de MAC ya habían sido validados en cuanto a su seguridad, utilizando métodos sin animales, antes de la importación.)

MAC es transparente sobre el hecho de tener que cumplir con las pruebas en animales. «MAC no experimenta con animales. No poseemos ninguna instalación de pruebas en animales y nunca pedimos a otros que realicen pruebas en animales para nosotros», afirma en la web de la marca. «Mientras que algunos gobiernos realizan pruebas en animales para demostrar la seguridad antes de permitirnos vender nuestros productos, nosotros abogamos por el cambio para demostrar que hay alternativas»

El equipo de MAC no es tan claro sobre lo que ocurre dentro de esos laboratorios. Son instalaciones gestionadas por el gobierno, por lo que MAC no está presente. Sin embargo, los grupos de defensa de los animales dicen que las pruebas son una tortura para los animales. Según Kathy Guillermo, vicepresidenta de PETA, «los animales son alimentados a la fuerza con sustancias que se les untan en los ojos», y añaden que «el resultado final es la muerte»

Muchos consumidores no han dudado en hacer saber a MAC que están en contra de la decisión de la marca de vender en China. En Internet encontrarás un montón de páginas web dedicadas a encontrar imitaciones de MAC libres de crueldad, y un sinfín de tuits que ponen regularmente a MAC en evidencia.

Ahora MAC quiere contar su versión de la historia.

Exigencias de China

«MAC no experimenta con animales», dice Anna Klein, vicepresidenta de Asuntos Corporativos Globales, Comunicaciones Globales de Estée Lauder Companies (la empresa matriz de MAC), a Teen Vogue. Técnicamente, tiene razón. Los empleados de MAC no realizan pruebas en animales. Pero los productos de la compañía se prueban en animales, en China, en laboratorios gubernamentales, por empleados del gobierno.

«El gobierno chino requiere que obtengas algo llamado permiso de higiene para importar tus productos», dice Ken Marenus, vicepresidente senior de Investigación y Desarrollo de Estée Lauder Companies, a Teen Vogue. Y esos permisos exigen pruebas en animales. Estas pruebas tampoco son tan eficaces como las pruebas in vitro, los métodos de prueba sin animales que permiten a los científicos examinar la toxicidad y los procesos biológicos básicos, dice Marenus. Pero para las empresas de cosméticos de renombre, los métodos de ensayo in vitro son rutinarios (Marenus dice que los utiliza desde hace 25 años). En la UE, la experimentación con animales está prohibida, pero se realizan con menos frecuencia que en China porque «las pruebas con animales no dicen mucho», dice Erin Hill, presidenta de IIVS Labs, un laboratorio de investigación y pruebas sin ánimo de lucro que se ha asociado con Estée Lauder Companies y otras organizaciones para ayudar a China a adoptar las pruebas in vitro.

Entonces, ¿por qué insiste China en las pruebas con animales? Una razón plausible: el dinero, dice Hill. Las empresas que quieren vender en China deben pagar para que sus productos (que ya fueron probados como seguros en Estados Unidos) sean sometidos a nuevas pruebas. «Es un generador de ingresos para ellos, absolutamente», dice a Teen Vogue. Sus laboratorios también proporcionan empleo a los trabajadores chinos.

Además, la transición a un nuevo sistema es una tarea gigantesca. Requeriría una revolución en los métodos de prueba, los equipos, las instalaciones de laboratorio, los científicos y, por supuesto, las actitudes.

Escuchando a Marenus, está claro que el proceso regulatorio de China puede ser más lento que en Estados Unidos. «Un producto tiene que pasar por tres agencias, que revisan cada solicitud», dice. Pueden pasar de seis meses a más de un año para que un nuevo producto sea revisado por todas las agencias, y Marenus describe la actitud de los organismos reguladores como una «mentalidad de casilla», que no permite mucho margen de maniobra o debate.

Cómo cree MAC que puede ayudar

Al formar parte del sistema, MAC cree que lo está cambiando desde dentro. En 2012, el IIVS creó el Consejo de la Industria para el Avance de la Aceptación Regulatoria de Alternativas (ICARAA). Este grupo -que comprende varias empresas importantes, entre ellas Estée Lauder Companies- se centra en conferencias, demostraciones de laboratorio, formación práctica e interpretación de datos para ayudar a avanzar hacia las pruebas sin animales.

Estée Lauder Companies invierte importantes recursos en China. Por ejemplo, la empresa afirma que, junto con otros socios del IIVS, han permitido la formación de más de 400 científicos en el país. También ejercen presión sobre las principales partes interesadas, que creen que pueden tener el poder de revertir esta cuestión.

En 2014, los Institutos Nacionales de Control de Alimentos y Medicamentos de China (NIFDC) firmaron un memorando con el IIVS, en el que el NIFDC acordó trabajar con el IIVS en un taller de formación anual, así como participar en la validación de nuevos métodos de ensayo (sin animales) desarrollados dentro de China. Fue una «enorme señal de compromiso», dice Hill.

Aún así, para algunos, la imagen de «mejor juntos» no se mantiene. Y no son sólo los miembros de PETA los que se manifiestan: las personas preocupadas siguen criticando las afirmaciones de la marca sobre la asociación como convenientes y poco sinceras. «Si estuvieseis ‘comprometidos’ como decís, DEJARÍAIS de enviar a China hasta que aboliesen la práctica. Culpable por asociación!», dice @jennyvbalch en Twitter.

Nars Cosmetics, que recientemente ha empezado a vender en China, ha adoptado una línea de partido similar: «Hemos decidido que NARS esté disponible en China porque creemos que es importante llevar nuestra visión de la belleza y el arte a los fans de la región… Estamos orgullosos de apoyar al Instituto de Ciencias In Vitro (IIVS), una organización reconocida a nivel mundial a la vanguardia del avance de los métodos sin animales en China y en todo el mundo», se afirma en el anuncio de la marca en Instagram. Ese razonamiento no gustó a muchos de sus seguidores, y la marca se enfrenta a una reacción similar.

«Entendemos que la gente esté enfadada», dice Klein. «Les pedimos que confíen en nuestra intención, sabiendo que ahí estamos obteniendo un beneficio, pero también estamos progresando». Klein subraya que la colaboración con otras marcas, ONG y funcionarios es lo que en última instancia va a mover la aguja en un asunto que «es personal para mucha gente, incluidos los dirigentes de esta empresa», dice. «No creo que nadie en la mesa diga que es algo bueno»

La otra cara de la historia

Mientras que MAC afirma que vender en China es un paso hacia el progreso, los defensores de los animales creen que sólo les convierte en cómplices, e incluso podría obstaculizar la causa.

«En este momento, no hay manera de que una empresa mantenga simultáneamente un compromiso libre de crueldad y venda en China», dice Kathleen Conlee, vicepresidenta de Asuntos de Investigación Animal de la Sociedad Humanitaria de Estados Unidos. «Las marcas de cosméticos que entran en China, incluida MAC, saben que sus productos serán sometidos a algunas pruebas con animales…. Las empresas de cosméticos están optando por pasar por alto la experimentación con animales para tener la oportunidad de vender en el mercado chino»

MAC cree que trabajar con los reguladores chinos es la clave para acabar con la experimentación con animales. Pero no necesariamente, dice Conlee: «Una vez que una empresa empieza a vender en China, se pierde toda la influencia para acabar con las pruebas en animales en el país», dice. (MAC no quiso compartir con Teen Vogue lo lucrativo que es el mercado chino para su negocio). Algunas de las principales marcas que han decidido no vender en China son The Body Shop y Kat Von D.