El miedo al cambio es uno de los temores más comunes a los que se enfrenta la gente. Lo veo con frecuencia entre mis clientes de terapia, y con la misma frecuencia entre los amigos.

El cambio es difícil para todo el mundo; hay pocas personas que no se sientan algo ansiosas ante la perspectiva de un cambio importante en sus vidas. El problema viene cuando el miedo al cambio mantiene a las personas paralizadas en situaciones que no son saludables ni satisfactorias, o cuando su miedo al cambio no se limita a los cambios significativos, sino que abarca cambios relativamente menores y cotidianos en la rutina.

Ejemplos de miedo al cambio

Un ejemplo común de miedo al cambio es cuando una persona permanece en una relación romántica insatisfactoria porque le aterra estar soltero, o el esfuerzo y el riesgo que supone intentar encontrar una pareja diferente. A menudo, la gente se deja llevar por relaciones insatisfactorias, incluso casándose con una persona por la que sienten ambivalencia, sólo porque les asusta la perspectiva de romper. A menudo, estos matrimonios acaban en divorcio cuando uno o ambos miembros de la pareja han tenido suficiente, pero el divorcio es muy difícil para todos los implicados, sobre todo para los niños.

Otro ejemplo frecuente de miedo al cambio es el de la persona que se queda en un trabajo aburrido o en una carrera que no le apasiona, sólo porque no puede pensar en embarcarse en una trayectoria profesional totalmente nueva y diferente. Contar los meses que faltan para la jubilación, sobre todo si ésta comienza a los 30 o 40 años, es un terrible desperdicio de vida; sin embargo, muchas personas se convencen a sí mismas de que es preferible al riesgo de emprender una nueva dirección.

Una situación que puede resonar en muchas personas es el miedo a cambiar algo de tu identidad con lo que ya no te identificas. Aunque se trate de un cambio tan «pequeño» como hacerse (o quitarse) un tatuaje, dejar de salir tanto de fiesta o aprender a cocinar, muchas personas se sienten paralizadas por cambiar algo que los demás perciben como clave para su identidad. Así es como se acaba sintiendo que no se es fiel a uno mismo, lo cual es una sensación profundamente incómoda.

Raíces del miedo al cambio

El miedo al cambio suele estar relacionado con una visión negativa del mundo, y con la misma frecuencia con una tendencia a la ansiedad (y por supuesto, estas dos variables también suelen estar relacionadas entre sí). Las personas que crecen en un hogar que es muy negativo, donde los padres piensan que la vida es una carga, a menudo exhiben miedo al cambio como adultos.

Fueron expuestos a la idea de que la vida no es tan grande sin importar el camino que elijas, por lo que es mejor que te quedes en el camino que estás. Esta forma de pensar cínica puede impregnar y envenenar todo en la vida, haciendo que las personas estén hastiadas y sean negativas incluso cuando son adultos muy jóvenes.

Los padres ansiosos a menudo transmiten la visión del mundo de que la vida está llena de peligros y riesgos, y el mejor curso de acción es atenerse a lo que es seguro y conocido. A menudo, los padres que experimentaron traumas, pobreza severa o crianza abusiva pueden enseñar implícitamente a sus propios hijos que la vida es peligrosa e impredecible.

Así es como los adultos jóvenes que objetivamente tienen muchas oportunidades emocionantes frente a ellos pueden permanecer paralizados por el miedo a cambiar algo, porque el cambio podría conducir a algo inseguro (por ejemplo, un cambio de carrera llevaría a la pérdida del empleo y a la falta de vivienda, o romper con una persona importante llevaría a morir solo).

Cómo vivir con miedo al cambio

Si luchas con el miedo al cambio, no permitas que te atrape en una vida que no quieres. Aunque el cambio puede parecer aterrador, la verdadera tragedia es vivir una vida que no te aporta ninguna alegría.

La terapia puede ser extremadamente útil para ayudarte a entender qué es lo que realmente debes temer en la vida y qué es sólo un obstáculo que tu subconsciente te está lanzando. Desafíate a ti mismo para intentar superar tu miedo al cambio, y observa cómo tu vida puede ser mucho más satisfactoria, interesante y significativa

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