El no repudio es la garantía de que alguien no puede negar algo. Normalmente, el no repudio se refiere a la capacidad de asegurar que una parte de un contrato o una comunicación no puede negar la autenticidad de su firma en un documento o el envío de un mensaje que ha originado.
Repudiar significa negar. Durante muchos años, las autoridades han tratado de hacer imposible el repudio en algunas situaciones. Se puede enviar correo certificado, por ejemplo, para que el destinatario no pueda negar la entrega de una carta. Del mismo modo, un documento legal suele requerir testigos de la firma para que la persona que firma no pueda negar haberlo hecho.
En Internet, una firma digital se utiliza no sólo para garantizar que un mensaje o documento ha sido firmado electrónicamente por la persona que pretendía firmar el documento, sino también, dado que una firma digital sólo puede ser creada por una persona, para garantizar que una persona no pueda negar posteriormente que ha proporcionado la firma.
Dado que ninguna tecnología de seguridad es absolutamente infalible, algunos expertos advierten que una firma digital por sí sola no siempre puede garantizar el no repudio. Se sugiere que se utilicen múltiples enfoques, como la captura de información biométrica única y otros datos sobre el remitente o el firmante que, en conjunto, serían difíciles de repudiar.
El no repudio del correo electrónico implica métodos como el seguimiento del correo electrónico que están diseñados para garantizar que el remitente no pueda negar haber enviado un mensaje y/o que el destinatario no pueda negar haberlo recibido.