Bismarckia nobilis
Nativa de Madagascar, la Palma Bismarck causa un gran impacto en cualquier paisaje. Con alturas maduras que oscilan entre treinta y sesenta pies y extensiones de doce a dieciocho pies, las palmeras Bismarck son una gran opción para una declaración audaz.
Las palmeras Bismarck se destacan por sus enormes frondas, que pueden llegar a tener más de cuatro pies de diámetro. Generalmente son de un tono verde plateado, pero hay algunas variedades que lucen un follaje de tono verde oliva. Las palmeras Bismarck comienzan siendo de crecimiento lento, pero una vez que el tronco está completamente formado, adoptan un hábito de crecimiento más regular.
A medida que alcanzan la madurez, las palmeras Bismarck se autolimpian, con sus enormes frondas cayendo por sí solas, dejando las bases de las hojas divididas en el tronco. Sin embargo, a diferencia de otras variedades de palmeras, éstas también acabarán cayendo, dejando una atractiva cicatriz en forma de anillo. Como resultado, la palmera Bismarck tiene un tronco claro, texturizado por anillos concéntricos, con las bases de las hojas aferradas sólo a la sección superior del tronco.
Estas palmeras son altamente adaptables a muchas condiciones de suelo y florecen a plena luz del sol, aunque toleran la sombra parcial. Son muy resistentes a la sequía y pueden tolerar la salinidad moderada. Su tamaño y color único las hace ideales para grandes paisajes, ya sea solas o en grupos.