Agarrar a alguien de la muñeca, escupirle en la cara o darle un puñetazo a alguien son ejemplos de actos que podrían considerarse agresión. La agresión es un delito aunque no haya lesiones aparentes.

¿Qué es la agresión?

La agresión es un delito que implica el uso de la fuerza contra alguien sin su consentimiento. Por ejemplo, lanzar un objeto a alguien, dar un puñetazo o arañar a las personas sin su consentimiento es un delito y puede tener consecuencias legales.

Sólo un poco de fuerza

Pueden acusarte de agresión aunque no hayas herido a la otra persona o hayas usado muy poca fuerza. Por ejemplo, escupir en la cara de una persona puede ser una agresión.

¡Importante! La agresión puede tener graves consecuencias legales cuando pone en peligro la vida de la víctima o cuando ésta resulta herida.

Acordar la pelea

Como regla general, cuando hay consentimiento para el uso de la fuerza, no hay agresión.

Por ejemplo, dos personas acuerdan ir al parque a pelear. Esto no es una agresión porque ambos acordaron pegarse y golpearse.

La misma regla se aplica en algunos deportes. Por ejemplo, cuando aceptas jugar un partido de hockey, también aceptas que los otros jugadores te revisen el cuerpo, siempre y cuando sigan las reglas del juego.

Pero estar de acuerdo con una pelea no significa que estés de acuerdo con todo lo que puede ocurrir durante la misma. No puedes consentir que te hieran gravemente o que te hagan daño de forma que te provoquen graves problemas de salud.

¡Importante! La agresión incluye amenazar o intentar usar la fuerza cuando se está en posición de hacerlo. Esto es cierto incluso si no ha pasado nada o la otra persona no ha resultado herida.

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