La pelota de golf no siempre tuvo el aspecto actual. Las primeras pelotas de golf estaban hechas de cuero y rellenas de plumas de ganso mojadas. Estas pelotas se llamaban «plumas»
Con el tiempo, los fabricantes empezaron a hacer pelotas de golf con la goma del árbol de la sapodilla. La goma se calentaba y se formaba una esfera perfecta. Estas pelotas de golf se llamaban «gutta-perchas».
Los golfistas creían que las pelotas de golf lisas viajarían más lejos en el aire porque una superficie lisa crearía menos resistencia al viento. Pero estaban equivocados:
Los golfistas se dieron cuenta rápidamente de que las gutta-perchas lisas no se elevaban en el aire tan bien como las plumas. Sin embargo, con el tiempo, empezaron a notar que las gutta-perchas raspadas, rayadas y abolladas cubrían una mayor distancia que las lisas.
Como muchos inventos, el hoyuelo de la pelota de golf fue descubierto accidentalmente. En 1930, la bola de golf con hoyuelos se había convertido en el estándar del golf.
Una bola de golf con hoyuelos puede recorrer casi el doble de distancia que una bola de golf lisa. Al añadir hoyuelos a la bola, los fabricantes de bolas de golf minimizan las fuerzas de arrastre que tiran hacia atrás de la bola o la ralentizan.
Los hoyuelos también ayudan a levantar la bola al forzar el flujo de aire hacia abajo, lo que empuja la bola hacia arriba. Estos son los mismos principios de la aerodinámica que utilizan los aviones para volar.
No hay reglas sobre el número de hoyuelos que debe tener una bola de golf. La mayoría tiene entre 300 y 500 hoyuelos. El número más común de hoyuelos es 392.
Antaño se pensaba que cuantos más hoyuelos tuviera una bola, más lejos llegaría. Esta teoría ha sido refutada, pero eso no ha impedido que los fabricantes de bolas de golf hayan creado todo tipo de bolas con hoyuelos.
Las bolas de golf pueden tener hoyuelos profundos, superficiales, grandes o pequeños. Algunas bolas de golf tienen diferentes tamaños de hoyuelos en la misma bola. Los hoyuelos vienen en todas las formas diferentes, incluyendo círculos, óvalos, lágrimas e incluso hexágonos como un balón de fútbol.