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Principios bíblicos Principios & el Estudio de la Historia
El Departamento de Historia afirma que una cosmovisión bíblica debe proporcionar una guía en el análisis e interpretación de los eventos históricos, personalidades y temas. Los siguientes principios proporcionan un fundamento bíblico para el estudio de la historia:
- Dios es soberano de manera integral sobre las naciones. (Hechos 17:26)
- Jesucristo es central en la historia humana. (Colosenses 1: 16-17, Efesios 1: 10)
- Dios ha establecido el orden, la inteligencia y la verdad en el universo y la historia. (Isaías 42:5, Juan 1:1, Juan 1:14, Hechos 17: 25 & 28, Romanos 11: 36)
- El compromiso con la objetividad y la honestidad es esencial para la investigación histórica. (Proverbios 12: 19)
- La Biblia proporciona principios de ética que guían nuestra evaluación de personas y naciones. (Éxodo 20: 1-17)
- El hombre es un portador de la imagen de Dios, pero caído y pecador. (Génesis 1: 27, Romanos 1:18-32)
- El historiador debe dedicarse a una reconstrucción razonada e investigada de las fuentes primarias. (Lucas 1: 1-4)
- La Biblia enseña a todos los hombres a reconocer sus limitaciones humanas. (Salmo 90, Salmo 139)
- La historia ilustra la brevedad de la vida y la realidad de la eternidad por venir. (Eclesiastés 3:11, Santiago 4: 13-15, Salmo 39: 4-6)
La seguridad del perdón: el Catecismo de Heidelberg
¿Cuál es tu único consuelo, en la vida y en la muerte?
Mi único consuelo es que pertenezco, en cuerpo y alma, en la vida y en la muerte, no a mí mismo, sino a mi fiel Salvador, Jesucristo. A costa de su propia y preciosa sangre, Él ha pagado completamente por todos mis pecados, y me ha liberado del dominio del diablo. Además, me cuida tan bien que no se me cae ni un pelo de la cabeza sin la voluntad de mi Padre que está en los cielos. De hecho, todas las cosas deben funcionar juntas para ajustarse a Su propósito para mi salvación. Por lo tanto, porque le pertenezco, Cristo, por su Espíritu Santo, también me asegura la vida eterna, y me hace estar de todo corazón listo y dispuesto desde ahora a vivir para Él. Amén!