Anatomía de las mamas

Cada mama tiene de 15 a 20 secciones, llamadas lóbulos, que están dispuestas como los pétalos de una margarita. Cada lóbulo tiene muchos lóbulos más pequeños, que terminan en docenas de diminutos bulbos que pueden producir leche.

Los lóbulos, los lobulillos y los bulbos están todos unidos por tubos delgados llamados conductos. Estos conductos conducen al pezón en el centro de una zona oscura de piel llamada areola. La grasa rellena los espacios entre los lóbulos y los conductos.

No hay músculos en la mama, pero los músculos se encuentran debajo de cada mama y cubren las costillas.

Cada mama también contiene vasos sanguíneos y vasos que transportan la linfa.Los vasos linfáticos conducen a pequeños órganos con forma de frijol llamados ganglios linfáticos, grupos de los cuales se encuentran bajo el brazo, por encima de la clavícula y en el pecho, así como en muchas otras partes del cuerpo.

¿Cuáles son las razones para realizar una mamografía?

La mamografía puede utilizarse tanto para el cribado como para realizar un diagnóstico.Las mujeres mayores de 30 años deben someterse a una mamografía diagnóstica si tienen síntomas, como un bulto palpable, engrosamiento o indentación de la piel de la mama, secreción o retracción del pezón, úlcera erosiva del pezón o dolor mamario.

Se puede utilizar una mamografía para evaluar el dolor mamario cuando la exploración física y los antecedentes no son concluyentes. Las mujeres con mamas densas, «abultadas» y/o muy grandes pueden someterse a una mamografía, ya que la exploración física puede ser difícil de realizar.

Las mujeres con alto riesgo de cáncer de mama o con antecedentes de cáncer de mama pueden someterse a una mamografía de forma rutinaria.

Puede haber otras razones para que su proveedor de atención médica le recomiende una mamografía.

¿Quién debe hacerse una mamografía de cribado?

Diferentes expertos en salud tienen diferentes recomendaciones sobre la mamografía. Las siguientes directrices de cribado son para la detección precoz del cáncer en mujeres que no presentan síntomas:

  • El Colegio Americano de Radiología (ACR) y la Sociedad de Imagen Mamaria (SBI) recomiendan que las mujeres se hagan mamografías anuales a partir de los 40 años. La sección de imagen mamaria de Radiología y Ciencias Radiológicas de Johns Hopkins apoya la recomendación del ACR y la SBI y anima a las mujeres a discutir sus opciones individuales de cribado con su médico.
  • Las directrices del Instituto Nacional del Cáncer establecen que las mujeres a partir de los 40 años deben hacerse una mamografía de cribado de forma regular, cada 1 o 2 años.

  • La Sociedad Americana del Cáncer recomienda que las mujeres con un riesgo medio de padecer cáncer de mama se sometan a mamografías de detección periódicas a partir de los 45 años. Las mamografías deben hacerse cada año para todas las mujeres de 45 a 54 años. A partir de entonces, se puede pasar a realizar mamografías cada dos años. O tiene la opción de continuar con las mamografías anuales.

  • Actualmente, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos (USPSTF) recomienda la realización de mamografías cada 2 años para las mujeres de 50 a 74 años.

  • Las mujeres que tienen un mayor riesgo (antecedentes familiares, tendencia genética, cáncer de mama anterior) deben hablar con sus proveedores de atención médica sobre los beneficios y las limitaciones de empezar a realizar mamografías antes, de hacerse pruebas adicionales (ecografía mamaria, resonancia magnética) o de someterse a exámenes más frecuentes.

    • Las mujeres deben hablar con sus proveedores de atención médica sobre sus factores de riesgo personales antes de tomar una decisión sobre cuándo empezar a hacerse mamografías o con qué frecuencia deben hacérselas. Consulte a su proveedor de atención médica sobre las pautas de cribado que son adecuadas para usted.

      ¿Cuáles son los riesgos de una mamografía?

      Es posible que desee preguntar a su proveedor de atención médica sobre la cantidad de radiación utilizada durante el procedimiento y los riesgos relacionados con su situación particular. Es una buena idea mantener un registro de su historial de exposición a la radiación, como exploraciones anteriores y otros tipos de rayos X, para que pueda informar a su proveedor de atención médica. Los riesgos asociados a la exposición a la radiación pueden estar relacionados con el número acumulado de exámenes y/o tratamientos con rayos X durante un largo período de tiempo.

      Si está embarazada o sospecha que puede estarlo, debe informar a su proveedor de atención médica. La exposición a la radiación durante el embarazo puede provocar defectos de nacimiento. Si es necesario que le hagan una mamografía, se tomarán precauciones especiales para minimizar la exposición del feto a la radiación.

      Es posible que sienta alguna molestia al comprimir la mama contra la placa de rayos X durante el procedimiento. Sin embargo, esta compresión no dañará el pecho.

      Puede haber otros riesgos dependiendo de su condición médica específica.Asegúrese de discutir cualquier preocupación con su proveedor de atención médica antes del procedimiento.

      Ciertos factores o condiciones pueden interferir con una mamografía. Estos incluyen, pero no se limitan a, los siguientes:

      • Polvos de talco, desodorantes, cremas o lociones aplicadas bajo los brazos o en los senos

      • Implantes mamarios, ya que pueden impedir la visualización completa de la mama. Si tiene implantes mamarios, asegúrese de informar al centro de mamografía de que los tiene cuando concierte su cita. Necesitará un técnico de rayos X que esté capacitado para trabajar con pacientes con implantes. Esto es importante porque los implantes mamarios pueden ocultar parte del tejido mamario, lo que podría dificultar que el radiólogo vea el cáncer de mama al mirar las imágenes de su mamografía.

      • Cirugía mamaria previa
      • Cambios hormonales en las mamas
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