La fibrosis pulmonar es una enfermedad progresiva que empeora naturalmente con el tiempo. Este empeoramiento está relacionado con la cantidad de fibrosis (cicatrización) en los pulmones. A medida que esto ocurre, la respiración de una persona se vuelve más difícil, lo que acaba provocando falta de aire, incluso en reposo.

Los pacientes con fibrosis pulmonar experimentan la progresión de la enfermedad a diferentes ritmos. Algunos pacientes progresan lentamente y viven con la PF durante muchos años, mientras que otros declinan más rápidamente.

No hay cura para la fibrosis pulmonar, pero los tratamientos pueden ralentizar la progresión de la enfermedad en algunas personas. Mantener un estilo de vida saludable y trabajar estrechamente con su equipo de atención puede ayudarle a gestionar mejor su FP.

Exacerbación de la FP

Algunos pacientes experimentarán un empeoramiento repentino de su fibrosis pulmonar, lo que se conoce como una exacerbación aguda. Esto ocurre cuando se produce un acontecimiento desencadenante que da lugar a un aumento repentino de los procesos que conducen a la cicatrización. A medida que la cicatrización pulmonar empeora, los pacientes tienen más dificultades para respirar. El daño que sufren los pulmones durante una exacerbación aguda es permanente.

Para determinar si está sufriendo una exacerbación aguda, los médicos tienen en cuenta sus síntomas, los niveles de oxígeno, los resultados de la tomografía computarizada y a menudo sugieren otras pruebas como una broncoscopia para ayudar al diagnóstico.

Se desconoce mucho sobre la mejor manera de tratar y prevenir las exacerbaciones. Si su médico sabe cuál es la causa de la exacerbación, se tratará el desencadenante. Por ejemplo, si tiene una infección, se le recetarán antibióticos. De lo contrario, los médicos le proporcionarán cuidados de apoyo, por ejemplo, oxígeno adicional.

Durante una exacerbación aguda, muchos pacientes requieren hospitalización. Si su exacerbación es grave, es posible que requiera asistencia respiratoria. Esto significa que se le coloca en una máquina que actúa como sus pulmones. Los pacientes a los que se les coloca un respirador durante una exacerbación aguda tienen un mayor riesgo de morir. Por eso es importante que hable con su médico y su familia sobre sus deseos y que rellene un documento de voluntades anticipadas en cuanto le diagnostiquen la PF. Cuando se produzca un evento de salud grave, la directiva anticipada ayudará a su familia y al equipo de atención a cumplir sus deseos si no puede hablar por sí mismo.

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