Su acupunturista debe ser un profesional autorizado. La Comisión Nacional de Certificación para la Acupuntura y la Medicina Oriental tiene una base de datos nacional de acupuntores licenciados que puede utilizar.
Las clínicas de infertilidad suelen tener acupuntores en su plantilla. Otras trabajan en conjunto con profesionales licenciados que pueden recomendar.
Los acupuntores utilizan agujas que insertan suavemente en los puntos de acupuntura. Los acupuntos son zonas del cuerpo donde se cree que se puede estimular el flujo de energía del cuerpo, o Qi. Se cree que la estimulación del Qi favorece la curación.
Las agujas desechables de un solo uso que utiliza su acupuntor autorizado deben:
- estar hechas de acero inoxidable
- tener un mango
- ser estériles
- usarse sólo una vez
Un acupuntor autorizado trabajará en un entorno muy limpio y cumplirá con todas las normas de la FDA relativas a las agujas.
En su primera visita, su acupunturista hará una evaluación holística y le preguntará sobre su historial médico y sus síntomas. Le harán más preguntas de las que espera, y algunas pueden parecer no relacionadas con la fertilidad. Infórmale sobre cualquier análisis de sangre o prueba médica de infertilidad que te hayas hecho. Los resultados de estas pruebas se tendrán en cuenta a la hora de determinar su plan de tratamiento. También se hablará del número de visitas que necesita.
Si se somete a una fecundación in vitro o a cualquier otro tipo de tecnología de reproducción asistida, su acupuntor y su médico actual deben coordinar el tratamiento. Los tratamientos de acupuntura a veces se programan para que coincidan con la transferencia de embriones durante la FIV.
Es posible que se le pida que lleve ropa holgada o una bata de hospital durante la acupuntura. También es posible que le quiten las joyas. Algunos acupuntores pueden pedirle que se abstenga de comer o beber cualquier cosa que pueda manchar la lengua o el interior de la boca.
Las agujas utilizadas para el tratamiento son casi tan finas como el pelo y muy flexibles. Es posible que sienta que se las insertan, pero no debería ser doloroso. Durante el tratamiento, es posible que se relaje mucho o se duerma. A veces, pueden producirse mareos o náuseas durante el primer tratamiento.
Es posible que se le pida que programe una o más citas a la semana inicialmente. La frecuencia de las visitas suele disminuir con el tiempo.