Los osos se clasifican dentro de los mamíferos carnívoros; estas especies están ampliamente extendidas en el hemisferio norte, mientras que algunas especies están parcialmente distribuidas en el hemisferio sur. Hay ocho especies de osos en el mundo y se distribuyen por Norteamérica, Asia, Sudamérica y Europa. Los osos polares son totalmente carnívoros; se ha observado que los osos gigantes se alimentan principalmente de bambú, mientras que las seis especies restantes se clasifican como omnívoras. Los osos son excelentes escaladores, así como nadadores y corredores.

Características de los osos

Aunque las diferentes especies de osos tienen diferentes hábitos alimenticios, la mayoría de los osos son omnívoros alimentándose principalmente de hojas, insectos y peces. Los osos son animales solitarios; sin embargo, las madres cuidan de sus crías hasta que crecen lo suficiente como para cazar y defenderse. Los osos también pueden ser mamíferos diurnos o nocturnos; algunas especies de osos son activas durante el día mientras que otras prefieren cazar por la noche. Los osos son excelentes corredores a pesar de su enorme tamaño. Los osos también son excelentes nadadores y escaladores.

Capacidades de escalada de las especies de osos

Aunque la capacidad de escalada de los osos depende de varios factores, se suele aconsejar a las personas que se suban a los árboles en caso de que les persiga un oso. Sin embargo, esta técnica puede funcionar o fracasar, ya que hay algunas especies de osos que han demostrado una perfecta capacidad para trepar. Un oso pardo puede trepar a los árboles con más facilidad que los osos negros. La capacidad de trepar del oso pardo depende del tamaño del árbol y de las ramas. Por lo general, los osos tienen garras enormes; por lo tanto, para que el oso pardo pueda trepar a los árboles, las ramas deben ser lo suficientemente grandes para que el oso tenga un agarre firme. Al huir de un oso, es aconsejable seleccionar un árbol con prudencia; el árbol debe ser lo suficientemente alto y con ramas finas. Sin embargo, el árbol también debe ser lo suficientemente fuerte como para que el oso no pueda empujarlo.

Los osos pardos pueden trepar fácilmente a los árboles cuando son más pequeños y jóvenes. A medida que el oso crece en tamaño, les resulta más difícil trepar a los árboles. Por lo tanto, los osos más pequeños pueden seguir a alguien a los árboles y conseguir alcanzarlo y hacerle daño. Por otro lado, los osos más grandes son capaces de derribar el árbol debido a su enorme potencia. Se han documentado numerosos casos de osos enormes que empujan los árboles para perseguir a los excursionistas. Cuando un oso te persigue, es aconsejable distraerlo dejando caer algo que pueda mantenerlo interesado mientras huye de él. En una situación en la que el oso intente subirse al árbol por alguien, se puede intentar luchar contra él pisándolo o utilizando un palo para clavarle los ojos al oso.

Conservación de los osos

Desde la prehistoria, los osos han sido cazados por su piel y su carne. Además de ser cazados continuamente, los osos han sido ampliamente utilizados para el cebo de osos, lo que ha provocado que la mayoría de ellos resulten heridos. Según el informe de la UICN, seis de las ocho especies de osos se consideran vulnerables.

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