Los productos de soja son muy populares en los alimentos saludables para humanos, y la soja también es un ingrediente común en la comida para perros. Sin embargo, la soja se ha relacionado con algunos problemas de salud en los perros y otras especies (incluidos los humanos).
¿Son los alimentos a base de soja seguros para su perro? ¿Y las golosinas? La respuesta depende de a quién se le pregunte, así como del perro en cuestión.

El caso de la soja

Los alimentos para perros que se venden en EE.UU. tienen que pasar ciertas normas mínimas de salud y digestibilidad. La soja y los productos de soja suelen pasar las pruebas. Esto significa que los perros pueden digerir la soja, y no se ha demostrado que la soja haga algo negativo a los perros que la comen.
La soja es la proteína de origen vegetal más completa que se suele utilizar en la fabricación de alimentos para mascotas, y es una fuente de proteínas más asequible que la carne o los huevos. Por ello, a las empresas de alimentos para perros les gusta la soja, ya que les ayuda a ser competitivos con los precios, y el ahorro se repercute en el consumidor.
Las sustancias químicas similares al estrógeno que contienen los productos de soja podrían tener algunos pequeños beneficios para la salud de los perros con enfermedades específicas, aunque todavía no se ha investigado mucho sobre este tema.
Algunos perros con sensibilidades dietéticas y alergias a otros alimentos pueden comer soja, por lo que los alimentos para perros a base de soja son útiles para ellos. También puede encontrar dietas hipoalergénicas con proteína de soja hidrolizada. Esta proteína hidrolizada es útil para muchos perros con alergias alimentarias, ya que la proteína se ha descompuesto para que el sistema inmunitario no la reconozca.

El caso contra la soja

Los estrógenos vegetales que hacen que la soja sea médicamente útil para algunas afecciones también la hacen posiblemente peligrosa para otras. Algunos expertos sugieren que el consumo excesivo de soja contiene suficiente estrógeno que podría proporcionar cierta actividad similar al estrógeno en su mascota esterilizada o castrada. Dependiendo de su etapa de vida y de sus condiciones médicas, esto puede no ser lo ideal.
El consumo de soja también puede contribuir a reducir ligeramente los niveles de la hormona tiroidea, por lo que si su perro tiene hipotiroidismo este puede no ser el mejor alimento.
Por último, hay algunos perros que tienen alergias y sensibilidades a la soja, aunque esto es poco frecuente.

No toda la soja es igual

Tradicionalmente, la soja se fermentaba, un proceso que reducía drásticamente su nivel de estrógeno vegetal y la hacía más digerible.
Los productos de soja comerciales modernos suelen procesarse químicamente o separarse en varias fracciones (para hacer cosas como el tofu, por ejemplo). El uso de productos a base de proteína de soja texturizada es muy común tanto en los alimentos para humanos como para perros, y una cantidad excesiva de este producto de soja texturizada puede provocar heces blandas.

La conclusión

Hay mucho «quizás» aquí – no se ha demostrado oficialmente que la soja sea «insegura» en los perros. Hasta ahora todo lo que podemos decir es que la soja es una buena fuente de proteína y energía y es aceptable su uso en los alimentos para perros. Pero como muchas otras cosas en la vida, lo ideal es la moderación.
Investigar sobre los productos de soja en la comida para perros es difícil, en parte porque los expertos a veces parecen contradecirse. Hay muchas razones posibles para este tipo de desacuerdo, en parte porque hay mucho que todavía no sabemos, y diferentes personas utilizan su juicio para juntar las piezas de manera diferente.
Cualquier perro que haya rebuscado alguna vez en la basura, o haya salido fuera sin vigilancia, ha comido cosas mucho peores que los productos de soja. A menos que su perro tenga una sensibilidad particular, la soja es un buen ingrediente para su comida para perros. Un alimento para perros a base de soja, o una dieta casera que contenga soja, es una cuestión más complicada, y en realidad se ha utilizado para dietas terapéuticas que incluyen problemas hepáticos y alergias.
Para ayudarle a formular su propia opinión educada sobre el tema, hable con un veterinario que tenga un interés particular en la dieta (¡ningún veterinario lo sabe todo, después de todo!), o con un nutricionista veterinario certificado.

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Esta información sólo tiene fines informativos y no pretende sustituir el consejo profesional, el diagnóstico o el tratamiento de su veterinario. Sin embargo, ha sido revisada para su exactitud por el Dr. Joe, un nutricionista veterinario certificado y graduado del programa de la Universidad de Cornell para la Medicina Veterinaria.

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