Así que eres vegetariano. No un pescatariano que se alimenta de mariscos, o un vegano sin productos animales, sino un vegetariano voluntario. ¿Puedes comer medusas? Dean Burnett planteó recientemente esta pregunta en The Guardian para destacar cómo, dependiendo de la razón por la que uno llega al vegetarianismo, al veganismo o a cualquier otra dieta, las minucias pueden ser a veces difíciles de analizar.

Muchas personas tienen restricciones sobre lo que comen debido a la doctrina religiosa o a las aversiones biológicas (como las alergias) y para ellos, tomar la decisión de qué comer está relativamente claro. Sin embargo, los que optan por una dieta vegetariana por razones morales y éticas tienen algunos dilemas interesantes en cuanto a cómo definimos a los animales y las plantas, y si sufren o no por su consumo. Si la razón principal de una dieta sin carne es evitar causar dolor a cualquier animal para la propia cena, algunas especies pueden causar un poco de confusión.

Ahí es donde entran las medusas. Si realmente quieres comer una o no es la cuestión (¡puedes hacerlo!). Las medusas son abundantes y pueden ser comestibles. Entonces, ¿podría un vegetariano que viene a la mesa por la ética de la dieta comer una medusa? Los invertebrados no tienen sistemas nerviosos ni cerebros capaces de cualquier capacidad emocional, y mucho menos de dolor. En ese sentido, son muy parecidos a una planta. Pero se consideran animales, ¿no? Pero si una persona se come una medusa, es científicamente seguro decir que no hubo sufrimiento. Entonces, ¿dónde se traza la línea?

Un enigma similar se presenta cuando se trata de comer insectos. Ellos tampoco pueden sentir nada que describamos como malestar y ciertamente están llenos de nutrientes y proteínas. Por otra parte, la destrucción de la colmena o de la colonia (cuando se ve como un organismo) puede causar un daño mayor que el que produce el simple hecho de morder un pequeño insecto. ¿Y qué hay de la carne cultivada con células madre? No hay daño a los animales, pero sigue siendo un producto animal. Sin embargo, también se evita la matanza de animales, y ¿no es ese el objetivo?

Mientras miramos hacia el futuro de la alimentación y el mantenimiento de la población humana sin arruinar el medio ambiente, estas cuestiones éticas pueden ser la próxima gran conversación que necesitemos tener sobre nuestros menús. Hasta entonces, comer cosas como las medusas puede seguir siendo sólo una cuestión de gusto.

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