«Descubrí el RIE a través del podcast ‘Unruffled’ de Janet Lansbury cuando mi hija tenía unos 12 meses», dice Carolyn Sweeney, cuya hija tiene ahora 2 años y medio. «Fue un cambio de juego para mí. Narro lo que está sucediendo y cómo está actuando/sintiendo y simplemente ofrezco mucho reconocimiento.»
Gerber esbozó varios principios básicos para la RIE, pero la comunicación es quizás el núcleo de este tipo de crianza. La educadora de padres Janet Lansbury explica que «nos comunicamos con autenticidad», es decir, hablando con una voz normal de adulto a los bebés y niños. Este diálogo tiene que ver con:
- mostrar respeto
- comunicarse sobre las cosas reales que suceden a diario
- reconocer las respuestas, los pensamientos y los sentimientos del niño
Proveer un entorno seguro
Fomentar un hogar que sea seguro para el bebé también es de importancia clave. El entorno de tu hijo debe permitirle moverse de forma natural y sin demasiadas restricciones.
Más allá de la seguridad estándar para el bebé, esto significa prestar atención a las necesidades emocionales y cognitivas de tu pequeño cuando se trata de cosas como los juguetes.
Ejemplo de método en acción
LaRIE fomenta el juego independiente de los bebés, por lo que el entorno debe proporcionar juguetes y muebles que serían totalmente seguros si se dejara a un bebé completamente solo.
Es posible que quiera crear una zona designada o simplemente poner una puerta a ciertas áreas que no tienen cosas apropiadas para su edad. Los juguetes también deben ser apropiados para la edad y no suponer una amenaza, como el peligro de asfixia.
La cuestión es que un espacio de juego seguro en tu casa puede tener un aspecto diferente al de la casa de otra persona. Deborah Carlisle Solomon, autora de «Baby Knows Best» (El bebé sabe mejor), explica el enfoque de Gerber compartiendo que «si se dejara a su bebé solo todo el día, tendría hambre, estaría molesto y necesitaría un nuevo pañal cuando usted regresara, pero estaría físicamente ileso».
Permitir tiempo para el juego en solitario
Con la RIE, el objetivo es dar a los bebés, incluso los más pequeños, oportunidades para jugar solos y sin ser interrumpidos por los cuidadores. Como padre, puede sentarse y maravillarse con lo que su bebé hace y aprende a través del juego. Lansbury afirma que los cuidadores deben «confiar en que las opciones de juego del niño son suficientes» sin necesidad de reorientarlas.
Ejemplo del método en acción
RIE valora los juguetes sencillos y sin complicaciones que permiten un juego abierto. Piensa en simples bloques de madera frente a los juguetes a pilas sobreestimulantes (y ¡vaya si hay menos ruido!). Puede parecer poco natural al principio, pero el objetivo es que tu hijo se involucre en el juego por sí mismo.
¿Durante cuánto tiempo? Lansbury dice que entre 15 minutos y 3 horas o más es genial. Definitivamente hay un rango.
Para empezar, prueba a sentarte con el bebé, prestándole toda tu atención. Después de un rato, comunícale que estarás cerca, quizás en la cocina preparando la cena, y que es su momento de jugar. Entonces, deja que se lance a lo que quiera (¡a salvo de los peligros, por supuesto!).
Gerber también destacó que los bebés deben tener tiempo para interactuar -en sus propios términos- con otros bebés y niños de su edad.
Involucra a tu hijo en su propio cuidado
Suena descabellado, ¿verdad? Pero en RIE, en realidad quieres que tu pequeño participe activamente en cosas como la hora del baño, el cambio de pañales y la alimentación. Cómo puede un bebé ayudar a hacer estas cosas? Bueno, al principio se trata de comunicar claramente el proceso.
Ejemplo de método en acción
La bloguera Nadine del blog Mamas in the Making, centrado en el RIE, explica que en lugar de coger rápidamente a tu bebé y cambiarle el pañal, lo primero que debes hacer es comunicarle lo que va a ocurrir.
Di algo como «Veo que estás jugando ahora. Me gustaría cambiarte el pañal, así que voy a levantarte y llevarte al cambiador ahora». Luego continúa con algo como: «Voy a quitarte los pantalones para cambiarte el pañal. Voy a quitarte el pañal y a limpiarte. Ahora te voy a poner un pañal limpio»
A medida que tu hijo crezca, puedes darle pequeñas tareas para hacer, como coger pañales y toallitas, desvestirse solo (con ayuda), y continuar con estos pequeños procesos.
Observa a tu hijo para entender sus necesidades
El sitio web Educaring, centrado en el PRIE, explica que el método que hay detrás de esta técnica de crianza tiene que ver con la «observación sensible.» Los cuidadores observan y escuchan a sus bebés y niños para descubrir sus necesidades. Esto significa que hay que hablar menos y dirigir, y más callar y escuchar.
Es a través de la observación, también, que los padres pueden ver la enorme cantidad de aprendizaje y cambio que ocurre en los primeros 2 a 3 años de la vida de su hijo. Y como los defensores de la RIE creen que gran parte del aprendizaje de un niño es autodirigido, los padres pueden dedicar menos tiempo a crear oportunidades de aprendizaje y más a empaparse de todo el crecimiento que su hijo hace por sí mismo. Suena demasiado bien
Ejemplo de método en acción
A veces, observar a tu hijo significa dejarle llorar. Los expertos en RIE ven el llanto como una comunicación. En lugar de detener el llanto a toda costa, los padres y cuidadores deben sintonizar con lo que el bebé está pasando o tratando de compartir. Hay que consolarle, sí, pero resistirse a ponerle el chupete o a recurrir inmediatamente al pecho o al biberón.
Si el bebé tiene hambre, por supuesto, la comida puede ayudar. Si no, prueba a decirle a tu pequeño con calma algo como «Estás llorando, ¿qué te pasa?». Asegúrate de que sus necesidades básicas están cubiertas, como un pañal limpio y comida.
Los seguidores del PRIE creen que a veces los bebés necesitan llorar para expresar sus emociones. El trabajo de los padres es responder, pero no necesariamente detener el llanto con medidas extremas como rebotar al bebé durante horas o amamantarlo durante toda la noche.
Sea consistente en todo lo que haga
Consistencia, consistencia, consistencia. Tiene una importancia primordial con todos estos principios. Mantener el entorno del niño, la comunicación y el día a día en general es coherente, lo que contribuye a una sensación de seguridad. Y más allá de eso, mantener la disciplina y los límites consistentes establece las expectativas para los niños.
Ejemplo de método en acción
Cuando se trata de dar cuerda a tu hijo para que se duerma, intenta crear un patrón predecible que sigas todas y cada una de las noches. Gerber explica que «la forma más fácil de desarrollar buenos hábitos en general es tener una vida diaria predecible. Los bebés pequeños prosperan con la rutina».
Así pues, mantener un horario consistente para despertarse, comer y dormir puede ayudar a tu pequeño a aprender un buen ritmo, tanto de día como de noche.
Relación: ¿Qué es la crianza consciente?