¿Qué son los hematomas auriculares en las mascotas?

Un hematoma auricular es un charco de sangre que se acumula entre el cartílago y la piel de la oreja de una mascota. Por lo general, esto es causado por sacudir la cabeza demasiado agresivo o rascarse la oreja que resulta de una infección del oído. Tanto los gatos como los perros pueden padecer hematomas auriculares, sin embargo los caninos, especialmente los que padecen alergias cutáneas e infecciones de oído, son más propensos a padecerlos.

Cualquier raza de perro o gato puede desarrollar un hematoma de oído, y como la enfermedad alérgica de la piel es una causa común, las mascotas que son propensas a las alergias de la piel son muy propensas a desarrollar un hematoma de oído.

¿Qué causa los hematomas de oído?

El autotraumatismo es una de las principales causas de los hematomas de oído. Un ejemplo de esto es cuando una mascota sacude fervientemente su cabeza o se rasca las orejas. Esto hace que sus orejas se golpeen contra el cráneo. Cuando esto ocurre, el traumatismo hace que la sangre salga de los vasos y se acumule en una bolsa en la parte exterior del colgajo de la oreja, entre los componentes del cartílago y la piel. Los ácaros del oído o las infecciones por levaduras/bacterias son causas comunes de que una mascota sacuda la cabeza y se rasque.

¿Cuáles son los síntomas de los hematomas en las orejas?

Las mascotas que sufren hematomas en las orejas tendrán una hinchazón llena de líquido en todo el colgajo de la oreja o sólo en parte. La hinchazón a veces parecerá firme y otras veces será suave y fluctuante. Puede afectar a la punta de la oreja o puede ocluir el canal auditivo.

¿Cómo se diagnostican los hematomas de oído?

Los hematomas de oído se pueden diagnosticar durante un examen físico. El médico inspeccionará el canal auditivo, tomará una muestra con un hisopo y luego examinará la muestra bajo un microscopio para detectar parásitos o signos de una infección.

¿Cómo se tratan los hematomas de oído?

La forma más eficaz de tratar un hematoma de oído es la cirugía. Su mascota tendrá que estar bajo anestesia, y a partir de ahí se hará una incisión a lo largo del hematoma en la superficie interna de la oreja.

Una vez que el líquido y los coágulos de sangre se eliminan, la superficie interna de la oreja se fijará a la superficie externa de la oreja con suturas. Estas suturas mantendrán las superficies interna y externa una contra la otra para que cuando se forme el tejido de la cicatriz, las dos superficies sean lisas y no abultadas. Las suturas suelen permanecer en su sitio durante varias semanas, mientras que la incisión se deja abierta para que el líquido siga drenando mientras la oreja se cura. La incisión acabará curándose por sí sola.

Otra opción de tratamiento es la colocación de un pequeño drenaje (o tubo de goma) en la parte externa de la oreja. Este drenaje permanecerá en su lugar durante varias semanas mientras el oído se cura y el líquido se resuelve. En algunos casos, los veterinarios pueden extraer el líquido con una aguja y una jeringa; también se pueden inyectar medicamentos para reducir la hinchazón y la inflamación.

Si no se trata, un hematoma de oreja acabará curándose por sí solo, pero la mascota experimentará molestias durante semanas. Ambos lados de la oreja suelen formar un tejido cicatrizal engrosado y arrugado, por lo que la oreja no tendrá un aspecto ni un tacto natural. Sin embargo, se trata de una cuestión meramente cosmética.

¿Preguntas?

Si su mascota está experimentando cualquiera de los síntomas anteriores o tiene más preguntas sobre esta condición, por favor, póngase en contacto con nosotros en el 907-479-0001.

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