Puede que estés a punto de dormirte, o a punto de despertarte. De repente, sin ninguna provocación obvia, el músculo de la pantorrilla entra en espasmo y no se relaja: se contrae hasta convertirse en una masa dura como una roca, y quedas atrapado en las garras de un dolor insoportable. Para los principiantes, experimentar un calambre muscular, también conocido como caballo de Charley, puede ser aterrador e incapacitante.
¿Qué es un caballo de Charley?
El caballo de Charley es el nombre común para un calambre, espasmo o contracción muscular involuntaria. Aunque el término suele referirse a un espasmo muscular nocturno en la parte posterior de la pantorrilla, puede ocurrir en cualquier músculo del cuerpo. Cuando se tiene un caballo Charley, los nervios de la médula espinal estimulan el músculo para que se siga contrayendo.
Entonces, ¿quién es Charley y cuál es el problema de su caballo? El término parece tener sus raíces en el gran pasatiempo americano, el béisbol, aunque su origen exacto es un poco turbio. Una de las teorías es que, a finales de la década de 1880, el personal de campo de Chicago utilizaba un caballo cojo llamado Charley. Los compañeros de equipo empezaron a referirse a los jugadores lesionados como el caballo Charley. Otra historia cuenta que un lanzador llamado Charles era apodado «Old Hoss». Un día, mientras corría por las bases, tuvo un calambre en la pierna. Mientras cojeaba hacia la base, otro jugador le preguntó: «¿Qué te pasa, Charley Hoss?»
¿Qué causa un Charley Horse?
A veces se desconoce la razón exacta de un caballo Charley. Pero algunas causas comunes son las lesiones musculares y el uso excesivo – por ejemplo, puede que no hayas estirado correctamente antes de hacer ejercicio o que no estés bien hidratado. Los niveles bajos de minerales clave en la sangre, como el potasio, el calcio o el magnesio, también pueden desencadenar calambres en las piernas, y algunos medicamentos diuréticos que agotan el potasio del cuerpo pueden dejarlo vulnerable.
En algunos casos, un caballo de Charley puede ser rastreado a un nervio irritado en alguna parte de su cuerpo. Incluso podría ser causado por los tacones altos. Además, es más probable que tenga calambres a medida que envejece porque sus músculos no están acostumbrados a trabajar con tanta fuerza o con la misma capacidad de respuesta que antes.
Tratamiento de un caballo de Charley
Los calambres de caballo de Charley suelen detenerse por sí solos sin tratamiento de un médico. En cuanto sientas que el calambre se acerca, deja de hacer tu actividad. Masajee el músculo y estírelo lentamente, manteniéndolo estirado hasta que el calambre desaparezca. Por ejemplo, si tienes un calambre en la pantorrilla, flexiona el pie (con los dedos apuntando hacia ti) y mantenlo flexionado hasta que cese el espasmo. Intenta aplicar calor para ayudar a aliviar la tensión muscular. Después de la prueba, el músculo se sentirá dolorido. En este momento, puedes utilizar una compresa fría para aliviarlo.
¿Cómo evitar un caballo de Charley? Para ayudar a prevenir los calambres, haz algunos ejercicios de flexibilidad antes y después del ejercicio: calienta durante unos minutos y luego estírate, centrándote en estirar aquellos músculos que suelen causarte problemas. Además, asegúrate de estar siempre bien hidratado, pero sobre todo cuando hagas un ejercicio extenuante.
La mayoría de los calambres musculares no son graves y desaparecen por sí solos. Sin embargo, en raras ocasiones, podrían ser un signo de una condición más grave que necesita atención médica. Acuda a su médico si sus caballos de Charley van acompañados de dolor o debilidad graves, se vuelven más frecuentes (incluso si no son dolorosos), no mejoran con los cuidados personales y no parecen estar causados por el uso excesivo o el esfuerzo.