Riesgos/beneficios
¿Cómo afectará la radioterapia a la función de mi vejiga?
El revestimiento de la vejiga es sensible a la radiación y puede inflamarse (una condición llamada cistitis) durante los tratamientos. Los tratamientos pueden hacer que sienta:
- Dolor o sensación de ardor al orinar.
- Necesidad de orinar con frecuencia (a menudo en pequeñas cantidades).
- Presión o sensación de urgencia por ir al baño, aunque es posible que tenga muy poca orina que expulsar.
- Hinchazón o calambres abdominales
- Heces finas o blandas
- Diarrea acuosa
- Sensación de urgencia para defecar
- Evite lavarse con champú frecuentemente. Utilice un champú suave (como el champú para bebés) sin perfumes.
- Lave el cuero cabelludo sólo con agua tibia. Evite frotar y NO RASPE. Seque con una toalla suave.
- Evite peinar o cepillar demasiado su cabello.
- Evite usar spray para el cabello, aceites o cremas.
- Evite usar fuentes de calor (incluyendo secadores, rulos o rizadores).
- No se haga la permanente ni se tiña el cabello hasta unas cuatro semanas después de terminar el tratamiento.
- Proteja su cabeza del sol, el frío y el viento usando un protector para la cabeza (como una gorra, un turbante, un pañuelo o un sombrero de algodón o de una mezcla de algodón).
Los síntomas anteriores pueden aparecer durante la segunda o tercera semana de radioterapia. Los síntomas son comunes y temporales, y desaparecerán gradualmente entre dos y cuatro semanas después de terminar el tratamiento. Ocasionalmente, puede aparecer sangre o mucosidad en la orina.
¿Cómo afectará la radioterapia a mi función intestinal y a mis movimientos intestinales?
El revestimiento del intestino es muy sensible a la radiación y puede inflamarse o hincharse (una condición llamada enteritis) durante los tratamientos. La radiación también puede causar una inflamación del estómago (llamada gastritis) o una inflamación tanto del estómago como del intestino (llamada gastroenteritis). Sus tratamientos pueden provocarle:
Los síntomas anteriores pueden aparecer durante la segunda o tercera semana de radioterapia. Ocasionalmente, puede aparecer sangre o mucosidad en las heces.
¿Cómo causa la radioterapia la esofagitis y la mucositis?
El revestimiento de su esófago (conducto alimentario) es sensible a la radiación y puede inflamarse y doler durante los tratamientos (una afección llamada esofagitis). Puede sentir una sensación de ardor en la garganta o en el pecho, o puede sentir como si tuviera un «bulto» en la garganta. También puede sentir dolor al tragar.
El revestimiento de su boca, garganta y encías se denomina mucosa oral. Este revestimiento también es sensible a la radiación, y también puede inflamarse o doler durante los tratamientos (una condición llamada mucositis). Puede tener la boca seca con una saliva espesa y pegajosa. También puede tener llagas en la boca o molestias al masticar o tragar. Algunos pacientes que reciben tratamientos de radiación en la boca pueden ser remitidos a un dentista, y la mayoría de los pacientes también serán remitidos a un dietista registrado.
Los síntomas de esofagitis y mucositis pueden aparecer durante la segunda o tercera semana de la radioterapia, y aumentan gradualmente durante el tratamiento. Los síntomas son comunes y temporales – comenzarán a desaparecer dentro de las dos o tres semanas siguientes a la finalización del tratamiento.
¿Cómo afectará la radioterapia a mi cabello?
Los folículos pilosos son muy sensibles a la radiación, y sus tratamientos pueden hacer que pierda el cabello. La mayoría de los pacientes notarán la pérdida de pelo dentro de la zona de tratamiento unas tres semanas después del inicio de la radiación.
Es posible que quiera cortarse el pelo antes de empezar la radioterapia. Si decide usar una peluca, debe comprarla antes de que se le caiga el cabello para poder combinar el color y el estilo.
La pérdida de cabello puede ser temporal o permanente, dependiendo de la cantidad de radiación recibida y de otros tratamientos que pueda estar recibiendo, como la quimioterapia. Si la pérdida de cabello es temporal, probablemente volverá a crecer entre tres y seis meses después de que termine el tratamiento. Puede notar que el pelo que vuelve a crecer es más fino o de diferente textura.
Si tiene una barba grande, es aconsejable que se la afeite o recorte para permitir una mejor colocación de la radiación bajo la máscara. Pregunte a su médico si tiene alguna duda al respecto.
¿Cómo afectará la radioterapia a mi cuero cabelludo?
Su cuero cabelludo (la piel sobre su cabeza) es sensible a la radiación, especialmente después de la caída del cabello. Su piel puede volverse rosada, sensible o inflamada, como una quemadura de sol. Después de dos o tres semanas de tratamiento, el cuero cabelludo puede secarse y picar. Avise a su proveedor de atención médica y éste le dará una crema para que la utilice según las indicaciones. No utilice remedios caseros, ya que pueden interferir con el tratamiento.
El cuero cabelludo seco e irritado es una condición temporal y empezará a mejorar unas dos semanas después de finalizar el tratamiento. Si es necesario, se pueden recetar medicamentos para aliviar las molestias y el picor. Para minimizar la reacción del cuero cabelludo a lo largo del tratamiento, siga estas sugerencias:
¿Cómo afectará la radioterapia a mi apetito?
La radioterapia puede hacerle perder el apetito. Sin embargo, es importante continuar siguiendo las buenas prácticas de nutrición aunque no tenga ganas de comer. Comer comidas equilibradas y nutritivas le da la energía que necesita y el combustible para que su cuerpo se recupere del tratamiento y luche contra las infecciones. A medida que la radiación continúe, es probable que necesite una dieta más suave y más suplementos líquidos ricos en calorías.