Introducción

La mayoría de los acontecimientos cutáneos adversos asociados a las vacunas son causados por una respuesta inflamatoria normal a una sustancia extraña. Como estas reacciones inflamatorias no están relacionadas con la alergia, la mayoría de los pacientes pueden recibir las siguientes vacunas de forma segura. Una causa menos frecuente de una reacción cutánea adversa es la alergia a una vacuna o a uno de sus componentes.

Reacciones cutáneas inflamatorias

Vacuna/constituyente Reacción Causa
La mayoría de las vacunas Reacciones locales en el lugar de la inyección, como hinchazón, enrojecimiento y/o dolor pueden ocurrir con hasta el 80% de las dosis de vacunas, dependiendo del tipo de vacuna. Las reacciones locales generalmente se producen a las pocas horas de la inyección, suelen ser leves y no requieren ningún tratamiento específico. La respuesta inflamatoria normal a una sustancia extraña
Vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (SPR) Se produce una erupción transitoria en hasta el 5% de los receptores. Como la vacuna contiene virus vivos, es probable que se deba a un sarampión modificado inducido por la vacuna.
Vacuna de la varicela Las lesiones de la varicela pueden aparecer en el lugar de la inyección en aproximadamente el 3% de los receptores. En otro 3%, las lesiones pueden ser más generalizadas. Raramente puede aparecer una erupción de tipo zoster tras la vacunación contra la varicela. Otra vacuna de virus vivos que puede causar una enfermedad inducida por la vacuna.
Tétanos y toxoides diftéricos Reacción de hipersensibilidad (a veces llamada de tipo Arthus): reacción local grave y poco frecuente (hinchazón, enrojecimiento, dolor). No es alérgica. Se cree que es debida a la altísima concentración de anticuerpos, generalmente causada por demasiadas dosis de toxoide. Hidróxido de aluminio Produce nódulos subcutáneos (pequeños bultos bajo la piel) hasta en el 19% de los pacientes. Los nódulos suelen desaparecer en unos meses. No es alérgico. Reacción no específica a una sustancia extraña.
Tétanos y toxoides diftéricos Urticaria generalizada (urticaria), angioedema y erupciones no identificadas en alrededor del 5-13% de los receptores. Los estudios sugieren que la mayoría de las reacciones generalizadas de leves a moderadas son el resultado de la activación no específica del sistema inflamatorio por las altas dosis de componentes bacterianos. Las posteriores inyecciones de refuerzo de las vacunas sospechosas son bien toleradas.

Reacciones alérgicas

Dermatitis alérgica de contacto

Los componentes de las vacunas pueden inducir dermatitis alérgica de contacto localizada. Históricamente, la dermatitis se debía a la neomicina y al tiomersal. El tiomersal ya no está presente en las vacunas en Nueva Zelanda, pero puede utilizarse en algunas vacunas en otros lugares.

La alergia de contacto se confirma mediante pruebas de parche utilizando los posibles alérgenos de la vacuna.

Dermatitis después de la vacuna contra la gripe

La paciente mencionada tenía una dermatitis en las manos de larga duración y desarrolló una dermatitis generalizada grave poco después de su primera vacunación contra la gripe.

Anafilaxia

La anafilaxia es una reacción alérgica grave que se produce en una proporción de aproximadamente 1 por cada millón de dosis de vacunas. La reacción alérgica puede estar causada por el propio antígeno de la vacuna o por algún otro componente de la misma, como proteínas animales, antibióticos, conservantes o estabilizadores; la gelatina, el huevo, el pollo y/o la levadura están comúnmente implicados.

Las reacciones anafilácticas suelen producirse en las 4 horas siguientes a la recepción de la vacuna y afectan a múltiples sistemas corporales, con urticaria generalizada, angioedema, dificultad para respirar y presión arterial baja. La anafilaxia grave puede poner en peligro la vida. Si se produce una reacción anafiláctica, se requiere una reanimación inmediata (véase el plan de acción contra la anafilaxia de ASCIA). Posteriormente, se recomienda realizar una prueba de punción de alergia (bajo una cuidadosa supervisión médica) y no se deben administrar más dosis de la vacuna. Para excluir la alergia al huevo puede utilizarse un análisis de sangre llamado RAST o prueba EAST.

La urticaria inducida por fármacos sin anafilaxia también puede ser consecuencia de las vacunas.

Eritema multiforme

El eritema multiforme es causado ocasionalmente por las vacunas. El eritema multiforme se caracteriza por lesiones en forma de diana o de ojo de buey en las manos, los pies y la parte inferior de las piernas. Se ha notificado después de la vacunación contra las paperas/sarampión/rubéola, difteria/tos ferina/tétanos, hepatitis A/B, virus del papiloma humano (vacuna contra las verrugas genitales) y meningitis.

También se ha notificado en raras ocasiones el síndrome de Stevens-Johnson/necrólisis epidérmica tóxica después de la vacunación. Se trata de una afección potencialmente muy grave en la que la piel y las membranas mucosas se llenan de ampollas y se erosionan.

Infección vírica

Las vacunas están destinadas a prevenir enfermedades víricas. Sin embargo, los pacientes que siguen una terapia inmunosupresora deben evitar las vacunas vivas en caso de que la vacuna provoque una enfermedad vírica generalizada. Por ejemplo, la vacunación contra el herpes zóster está contraindicada en estos pacientes debido al riesgo de infección diseminada por herpes zóster, que puede ser mortal.

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