Si usted tiene una obesidad severa y ha tenido problemas para perder peso, su proveedor de atención médica tor puede recomendar la cirugía de pérdida de peso. La cirugía de pérdida de peso también se conoce como cirugía bariátrica. Es una forma eficaz de perder peso y reducir el riesgo de problemas relacionados con el peso. Entre ellos se encuentran las enfermedades cardíacas, la diabetes, la hipertensión, los accidentes cerebrovasculares, la apnea del sueño y la artritis.
Un tipo de cirugía de pérdida de peso es el bypass gástrico. Como cualquier cirugía, el bypass gástrico conlleva algunos riesgos. Las complicaciones de la cirugía incluyen infecciones, coágulos de sangre y hemorragias internas. Otro riesgo es la anastomosis. Se trata de una nueva conexión creada en los intestinos y el estómago durante la cirugía de bypass que no cicatrizará completamente y tendrá fugas. La fuga de jugos digestivos y alimentos parcialmente digeridos a través de una anastomosis es una de las complicaciones más graves después de la cirugía de bypass gástrico.
Resumen del bypass gástrico
El bypass gástrico es un tipo común de cirugía para perder peso. Durante la cirugía de bypass, la parte superior del estómago se convierte en una pequeña bolsa gástrica. Se corta un asa del intestino delgado y un extremo del asa se lleva hacia arriba y se conecta a la bolsa gástrica. Esta conexión es una anastomosis. El otro extremo del asa de intestino delgado se vuelve a conectar al intestino delgado, más abajo. Esta es otra anastomosis.
Los alimentos son entonces redirigidos a un área más abajo en su sistema digestivo. No pasa por el estómago. Como los alimentos no pasan por el estómago, el cuerpo no absorbe tantas calorías. Se sentirá lleno mucho más rápido después de comer.
Su médico puede sugerirle esta cirugía si tiene un índice de masa corporal (IMC) de 40 o más, o si tiene un IMC de 35 o más junto con problemas de salud graves relacionados con el peso. Un IMC superior a 40 suele significar que tiene al menos 45 kilos de sobrepeso.
Síntomas de la fuga anastomótica
Las fugas anastomóticas se producen en el 1,5% al 6% de los procedimientos de bypass, dependiendo del tipo de cirugía. Una fuga puede producirse hasta varias semanas después. La mayoría se desarrolla en los 3 días siguientes a la cirugía. Los síntomas de una fuga anastomótica incluyen:
- Ritmo cardíaco acelerado
- Fiebre
- Dolor de estómago
- Drenaje de una herida quirúrgica
- Náuseas y vómitos
- Dolor en la zona del hombro izquierdo
- Presión arterial baja
- Disminución de la producción de orina
Cuanto más obeso sea, más riesgo tiene de sufrir una fuga anastomótica. Otros factores de riesgo son ser varón, tener otros problemas médicos además de la obesidad y tener antecedentes de cirugía abdominal previa.
Diagnóstico y tratamiento de las fugas anastomóticas
Una prueba diagnóstica utilizada para buscar fugas anastomóticas es un GI superior o una TC. Ambas implican la ingestión de algún líquido de contraste y la posterior toma de radiografías para ver si el tinte se está filtrando a través de la anastomosis. Incluso si el examen es negativo pero sigue teniendo síntomas, el médico puede recomendar una operación de urgencia para buscar una fuga.
El equipo médico que trata una fuga anastomótica probablemente tomará estas medidas:
- Darle antibióticos a través de una vía intravenosa (IV).
- Drenar cualquier infección causada por la fuga, reparar la fuga o hacer una nueva anastomosis operando de nuevo.
- Utilizar una endoscopia superior para colocar un stent temporal a través de la zona de la fuga, desde el interior de la bolsa gástrica o el intestino delgado.
- Suspender todas las alimentaciones orales. Es posible que se le alimente a través de una sonda que vaya directamente al intestino hasta que la fuga se haya curado.
Riesgos de las fugas anastomóticas
Una fuga en la anastomosis puede provocar hemorragias e infecciones hasta que se trate. Estas fugas son graves y pueden poner en peligro la vida. Las complicaciones a largo plazo pueden incluir úlceras, cicatrices y el estrechamiento de la anastomosis (donde el intestino se conecta a la bolsa gástrica), conocido como estenosis. También puede desarrollarse un tracto de drenaje a través de la piel llamado fístula. Puede desarrollarse una fístula entre la bolsa gástrica y el estómago derivado. La neumonía es otra complicación peligrosa, ya que los jugos digestivos pueden pasar a los pulmones.
Si está considerando la posibilidad de someterse a una cirugía de bypass gástrico para tratar la obesidad, hable detenidamente del procedimiento con su proveedor de atención médica. El riesgo general de complicaciones graves debe sopesarse frente al riesgo de continuar con la obesidad. Recuerde que la cirugía de bypass gástrico funciona mejor cuando se combina con elecciones de estilo de vida saludables a largo plazo. Éstas implican buenos hábitos alimenticios y ejercicio regular.