La insuficiencia renal suele llevar a las personas a perder gran parte de su tiempo atadas a una máquina de diálisis. Aunque son salvavidas, las máquinas de diálisis no han seguido el ritmo del resto de la industria de dispositivos médicos en cuanto a ser más pequeñas, más portátiles y más fáciles de usar. Sin embargo, las cosas pueden estar a punto de cambiar, ya que un nuevo sistema de diálisis vestible está a punto de ser probado en un ensayo clínico en los EE.UU.
El riñón artificial vestible (WAK, por sus siglas en inglés), como se llama, parece una máquina de diálisis tradicional desmontada cuyas partes se han pegado a un gran cinturón para llevar alrededor del torso. El dispositivo reproduce realmente los componentes de un sistema de diálisis estacionario, pero con algunas modificaciones. Por un lado, funciona con baterías, pero lo más importante es que el dispositivo no requiere una fuente externa de agua pura, sino que filtra continuamente el agua utilizada y la reintroduce en el dispositivo. El paquete completo pesa unos tres kilos, pero los investigadores creen que puede hacerse aún más ligero.
En el ensayo participarán hasta 16 pacientes en régimen de internado y durará 24 horas, durante las cuales se tomarán muestras de sangre. También se hará un seguimiento de los pacientes durante un mes después.
Aquí está uno de los líderes del proyecto mostrando el riñón artificial vestible: