¡Es estupendo que te guste hacer ejercicio! Si tu cuerpo tiembla después de tu entrenamiento, puede significar que estás experimentando fatiga muscular (es decir, tus músculos están cansados). Durante el ejercicio, las fibras de los músculos de una persona se contraen y se relajan, lo que permite que el cuerpo se mueva. Cuando una persona está cansada, algunas de esas fibras musculares seguirán contrayéndose y otras empezarán a relajarse, y este desequilibrio puede provocar temblores o sacudidas. Otra razón por la que tus músculos pueden temblar es por un bajo nivel de azúcar en sangre. Tus músculos necesitan suficiente glucosa (un azúcar que se encuentra en los carbohidratos) para poder funcionar de forma óptima durante el ejercicio. Si te has saltado una comida o no has tomado un tentempié antes del entrenamiento, tus músculos no estarán bien alimentados al comienzo del ejercicio. Al final de tu entrenamiento, el temblor que sientes puede ser un signo de hipoglucemia, también conocido como bajo nivel de azúcar en la sangre. Para evitarlo, es importante consumir carbohidratos antes y después del entrenamiento. Antes de entrenar, debes procurar tomar una pequeña cantidad de carbohidratos, como galletas saladas, pretzels o un plátano, para que tus músculos tengan suficiente energía para empezar a hacer ejercicio. Después de entrenar, deberías tomar un tentempié o una comida que contenga carbohidratos y algo de proteína para reparar esos músculos tan trabajados. Otra razón por la que pueden temblar tus músculos es porque estás deshidratado. Cuando una persona está deshidratada, su cuerpo se siente cansado más rápidamente. Para evitarlo, asegúrate de beber suficiente agua antes, durante y después del ejercicio. Las necesidades de hidratación varían en función de la cantidad de sudoración y de su edad, pero la regla general es beber de 7 a 10 onzas, 20 a 30 minutos antes de hacer ejercicio, de 4 a 8 onzas cada 20 minutos durante el ejercicio y de 8 a 10 onzas en los 30 minutos posteriores al ejercicio. También es importante beber suficiente agua a lo largo del día, no sólo en el momento de hacer ejercicio. Si haces un ejercicio muy duro durante mucho tiempo o en el calor, puede ser útil beber un líquido que también contenga electrolitos, que son minerales que ayudan a equilibrar la cantidad de agua en tu cuerpo. Si sigues sintiendo que tu cuerpo tiembla después del ejercicio, pide una cita con tu médico.