Los tumores pueden aparecer en cualquier hueso del cuerpo. El cáncer de hueso, también conocido como osteosarcoma, se produce con mayor frecuencia en los huesos largos de los brazos y las piernas. Muchos de los síntomas del cáncer de huesos también pueden estar causados por enfermedades como la artritis, la osteoporosis o las lesiones. Si está experimentando uno o más de estos síntomas, debe hablar de ellos con su médico para identificar la causa y recibir el tratamiento correcto, si es necesario.
Los posibles síntomas del cáncer de huesos incluyen:
Dolor de huesos: El dolor es el signo más común del cáncer de huesos, y puede hacerse más notorio a medida que el tumor crece. El dolor óseo puede causar un dolor sordo o profundo en un hueso o región ósea (por ejemplo, espalda, pelvis, piernas, costillas, brazos). Al principio, el dolor puede producirse sólo por la noche o cuando se está activo. Sin embargo, a medida que el cáncer se desarrolla, el dolor puede ser más persistente. Otras enfermedades, como la osteoporosis o la artritis, también pueden causar dolor en los huesos o en las articulaciones.
Hinchazón: La zona donde se localiza el dolor puede empezar a mostrar signos de hinchazón, o puede aparecer un bulto o masa.
Fracturas: Las células cancerosas pueden debilitar el hueso, y esto a veces puede dar lugar a una fractura. La rotura puede producirse en una zona del hueso que previamente había estado dolorida o con dolor durante un periodo de tiempo.
Disminución de la movilidad: En algunos casos, si la localización del tumor está cerca de una articulación, puede dificultar o hacer dolorosos los movimientos normales.
Otros síntomas: La pérdida de peso involuntaria y la fatiga que acompaña al dolor de huesos pueden ser un signo de cáncer de huesos. Otros síntomas, como la dificultad para respirar, pueden desarrollarse si el cáncer se ha extendido a otros órganos, como los pulmones.
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