Scott D. Sampson, conservador de paleontología de vertebrados en el Museo de Historia Natural de Utah y profesor adjunto de geología y geofísica en la Universidad de Utah, ofrece la siguiente respuesta:
No hay pruebas concluyentes de que ningún dinosaurio poseyera saliva venenosa. El dinosaurio que escupe veneno reconstruido en Parque Jurásico es el Dilophosaurus. En el momento en que se produjo la película, no había pruebas de que este o cualquier otro dinosaurio escupiera veneno o tuviera saliva venenosa de cualquier tipo. Sin embargo, en el ao 2000, el paleontlogo mexicano Rubn A. Rodrguez de la Rosa, del Museo del Desierto de Saltillo, present en la reunin anual de la Sociedad de Paleontologa de Vertebrados una sugerente prueba. Ha recuperado un solo diente raro de un dinosaurio carnívoro desconocido que posee una ranura que recuerda a las que se ven en las serpientes para transmitir el veneno. He examinado este diente de primera mano y, por el momento, sigo sin estar convencido. Es necesario recuperar más ejemplares antes de poder evaluar esta hipótesis.
Dicho esto, es bien sabido que el mayor depredador de lagartos de la actualidad, el dragón de Komodo, sí lleva una carga bacteriana potencialmente letal en su saliva que se utiliza para envenenar a las presas. No es de extrañar que varias personas hayan sugerido que algunos dinosaurios terópodos (carnívoros) pueden haber mostrado comportamientos similares e igualmente desagradables, mordiendo a la presa y dejando que el veneno haga el resto del trabajo. Esto podría haber resultado una táctica especialmente útil para los depredadores del Jurásico, como el Allosaurus, que muy probablemente se enfrentaba a animales de presa de un tamaño mucho mayor que el suyo: los saurópodos de cuello largo y gargantuesco. No obstante, es importante señalar que todo lo anterior sigue estando firmemente anclado en la especulación.
Respuesta publicada originalmente el 4 de septiembre de 2001.