En este blog, solemos utilizar términos relacionados con la clasificación de los seres vivos y su filogenia. Debido a la dificultad de estos términos, en este post los explicaremos para aquellos que se están introduciendo en el tema.
Antes de introducirse en el tema, es necesario explicar dos conceptos, que suelen confundirse: sistemática y taxonomía.
La sistemática es la ciencia de la clasificación y reconstrucción de la filogenia, es decir, se encarga de reconstruir el origen y la diversificación de un taxón (unidad que queremos clasificar, como una especie, una familia o un orden).
Por otro lado, la taxonomía es el estudio de los principios de la clasificación científica, el orden y el nombre de los organismos.
En otras palabras, mientras que la sistemática se encarga de crear sistemas de clasificación, que se representan mediante árboles, la taxonomía establece las reglas y métodos para identificar, nombrar y clasificar cada especie en las diferentes categorías taxonómicas basándose en la sistemática.
Acerca de las especies y más allá
No podemos empezar a hablar de cómo clasificar las especies sin saber qué es una especie y otros niveles de clasificación de los organismos.
¿Qué es una especie?
A lo largo de la historia, se han dado varias definiciones al concepto especie con diferentes enfoques.
- Concepto morfológico de especie: una especie es un grupo de organismos con características fijas y esenciales que representan un patrón o arquetipo. Este concepto está totalmente descartado hoy en día, a pesar de que los rasgos morfológicos se utilizan en las guías para identificar las especies.
- Concepto biológico de especie: una especie es un conjunto de poblaciones naturales que se reproducen entre sí y que están aisladas reproductivamente y tienen su propio nicho en la naturaleza. Por tanto, una especie tiene una ascendencia común y comparte rasgos de variación gradual. Esta definición tiene algunos problemas: sólo es aplicable en especies con reproducción sexual y no es aplicable en especies extintas.
- Concepto evolutivo de especie: una especie es un único linaje de poblaciones ancestrales-descendientes que mantiene su identidad frente a otros linajes y tiene sus tendencias evolutivas y su destino histórico. Este enfoque y el biológico son, de hecho, complementarios porque hablan de fenómenos diferentes.
- Concepto filogenético de especie: según este punto de vista, una especie es un grupo irreductible de organismos, distinguible diagnósticamente de otros grupos similares y dentro del cual existe un patrón parental de ascendencia y descendencia. Este punto de vista abarca la reproducción sexual y asexual.
Más allá de las especies
Las especies se clasifican en un sistema jerárquico basado en más categorías taxonómicas. De la categoría más alta a la más baja, los organismos pueden clasificarse en: Dominio> Reino> Filo> Clase> Orden> Familia> Género> Especie> Subespecie> Variedad> Forma.
Estamos poniendo un ejemplo: imagina los perros. Los perros, como el lobo, están incluidos en la misma especie: Canis lupus, pero el perro es la subespecie Canis lupus familiaris. La denominación de una especie es su género (Canis) seguido del epíteto específico (lupus). Las otras categorías taxonómicas de los perros son: Dominio Eukarya, Reino Animal, Filo Chordata, Subfilo Vertebrata, Clase Mammalia, Orden Carnivora y Familia Canidae.
¿Cómo se reconstruye el árbol de la vida?
Para reconstruir el árbol de la vida, es decir, las relaciones entre las especies vivas y las extintas (filogenia), utilizamos los rasgos. Los rasgos son características de los organismos que se utilizan para estudiar la variación dentro de una especie y entre ellas.
Para reconstruir la filogenia, se utilizan los rasgos compartidos entre diferentes taxones. Hay que distinguir dos tipos de similitud: cuando la similitud de rasgos es resultado de un linaje común se llama homología, mientras que cuando no es resultado de una ascendencia común se conoce como homoplasia.
Probablemente, será más fácil entenderlo con un ejemplo. Las alas de los búhos y las codornices son similares porque tienen el mismo origen (homología), pero las alas de los insectos, las aves y los murciélagos, a pesar de tener la misma función, no tienen el mismo origen (homoplasia).
Hay tres tipos de homoplasia:
- Paralelismo: la condición ancestral de un rasgo variable (plesiomorfo) está presente en el ancestro común, pero el estado derivado (apomorfo) ha evolucionado de forma independiente. Un ejemplo es el desarrollo de un corazón de cuatro cavidades en aves y mamíferos.
- Convergencia: en este caso, el rasgo homoplástico no está presente en el ancestro común. Las estructuras originadas por convergencia se denominan análogas. Un ejemplo son las alas de los insectos y las aves.
- Pérdida o reversión secundaria: consiste en la reversión de un rasgo a un estado que parece ancestral. Así, parece un estado antiguo pero, en realidad, es derivado.
Existen diferentes tipos de rasgos que se utilizan para ordenar a los seres vivos: morfológicos, estructurales, embriológicos, paleontológicos, etológicos, ecológicos, bioquímicos y moleculares.
Las especies que comparten estados derivados de un rasgo constituyen clados y el rasgo se conoce como sinapomorfía. Las sinapomorfías son rasgos que se originaron en un ancestro común y están presentes en ese ancestro y en todos sus descendientes. Así, las glándulas mamarias son una sinapomorfía de los mamíferos.
Tras la selección de los rasgos, las diversas escuelas de clasificación los utilizan de forma diferente para conseguir la mejor relación entre los seres vivos.