La psilocibina, el principal compuesto psicoactivo de las setas mágicas, es actualmente el centro de una nueva y emocionante ola de investigación clínica. Los prometedores resultados experimentales están revelando que el compuesto psicodélico es notablemente eficaz en el tratamiento de una variedad de problemas de salud mental, desde la depresión grave hasta la ansiedad relacionada con el diagnóstico de una enfermedad terminal. Otras investigaciones también están descubriendo que el compuesto es potencialmente muy eficaz para ayudar a tratar problemas de drogodependencia.
En toda esta investigación subyace la idea de que las dosis únicas de psilocibina producen cambios psicológicos duraderos y positivos, que persisten más allá de la fase aguda de la intoxicación. La forma en que la droga genera estos efectos duraderos está motivando una gran cantidad de investigaciones actuales, ya que si estos medicamentos llegan a ser legales y de uso generalizado, necesitamos entender cómo funcionan fundamentalmente y cuál es la mejor forma de administrarlos en entornos clínicos.
Un nuevo estudio, dirigido por investigadores de psicofarmacología de la Universidad de Maastricht (Países Bajos), ha proporcionado una fascinante visión de los efectos subagudos y a largo plazo de una única dosis de psilocibina sobre el pensamiento creativo. El experimento reveló alteraciones temporales inesperadas en diferentes constructos del pensamiento creativo que podrían dar lugar a una «ventana de oportunidad» terapéutica en los días posteriores a una única dosis, mediante la cual ciertas intervenciones terapéuticas de seguimiento podrían ser más eficaces desde el punto de vista clínico.
La investigación siguió a más de 50 sujetos que consumieron la droga en un retiro de psilocibina en los Países Bajos. La droga se administró en forma de un té con infusión de hongos y los participantes tuvieron libertad para recorrer la casa y la propiedad durante la fase aguda de la intoxicación. Se realizaron pruebas de pensamiento creativo, empatía y satisfacción vital antes de la ingesta, a la mañana siguiente y siete días después.
Los efectos temporales de la droga sobre el pensamiento creativo fueron quizás los resultados más intrigantes de la investigación. En un correo electrónico enviado al Nuevo Atlas, Natasha Mason, una de las autoras principales del nuevo estudio, explicó las facetas duales de la creatividad en las que se centró el estudio.
«La creatividad es un constructo multicomponente, que consta de pensamiento divergente (DT) y convergente (CT)», explica Mason. «Mientras que el DT es un proceso utilizado para generar muchas ideas nuevas, en un contexto en el que más de una solución es correcta, el TC se considera un proceso de generación de una única solución óptima para un problema concreto, que hace hincapié en la velocidad, la precisión y la lógica». El mejor ejemplo de estos dos procesos en juego es probablemente una sesión de brainstorming. El DT te permite plantear varias ideas o soluciones a un problema, y el TC te permite elegir la mejor solución. Aunque ambos son aspectos de la creatividad y necesarios en el proceso creativo, se ha sugerido en investigaciones anteriores que el DT es un mejor predictor del potencial creativo, ya que permite evaluar las ideas originales (frente a la TC, que conduce a las ideas convencionales y «correctas»)»
La mañana siguiente a la dosis de psilocibina, los participantes mostraron aumentos específicamente en el pensamiento divergente, pero no en el convergente. Lo más interesante fueron los informes de seguimiento a los siete días que mostraban que el rendimiento del DT había vuelto a los niveles normales, pero el rendimiento del TC había aumentado inesperadamente. Este extraño resultado lleva a los investigadores a plantear la hipótesis de una posible «ventana de oportunidad» por la que ciertas fases subagudas, tras una dosis de psilocibina, podrían ser objeto de diferentes tipos de intervenciones terapéuticas.
«Esta diferenciación de los efectos de la psilocibina sobre la creatividad, relacionada con el tiempo y el constructo, es realmente interesante, cuando se piensa en cómo puede utilizarse en un proceso terapéutico», dice Mason. «En concreto, se ha sugerido que el DT puede mejorar la flexibilidad psicológica permitiendo a los individuos generar nuevas estrategias de afrontamiento más eficaces. Por lo tanto, la capacidad de la psilocibina para mejorar el DT de forma subaguda podría ayudar a los pacientes a revivir eventos, recordar diversas asociaciones y considerar su situación desde otra perspectiva. Los efectos a largo plazo sobre el TC podrían utilizarse en una sesión de integración posterior, en la que los pacientes discuten sus experiencias agudas y deciden una estrategia que les ayude a enfrentarse a las emociones intensas»
Así que, posiblemente, las futuras estructuras de tratamiento podrían consistir en sesiones de terapia matutina que aprovechen las mejoras del DT, seguidas de sesiones de integración una semana después que se enmarquen en las mejoras del TC. Todavía es pronto para entender estos cambios cognitivos a largo plazo que se manifiestan con la psilocibina. Este estudio en particular sólo trabajó en un marco temporal de siete días, pero Mason sugiere que trabajos anteriores con el psicodélico ayahuasca han encontrado mejoras en el TC que duran hasta un mes después de una sola dosis.
Los investigadores son fundamentalmente conscientes de las limitaciones del estudio y admiten de buen grado que hay que trabajar mucho más para entender cómo estas alteraciones cognitivas a largo plazo inducidas por la psilocibina están influenciadas por el conjunto, el entorno y las expectativas individuales. El equipo ha completado recientemente una iteración controlada con placebo de este mismo experimento, cuyos resultados aún no se han publicado, y también ha analizado estos mismos factores de pensamiento creativo para otros compuestos psicodélicos como la ayahuasca y el 5-MeO-DMT.
Quizás lo más importante de este nuevo y convincente estudio es la visión de cómo los cambios en el pensamiento creativo podrían desempeñar un papel importante a la hora de explicar por qué estos compuestos psicodélicos están resultando útiles en el tratamiento de una variedad de enfermedades mentales. Cada vez está más claro que estos agentes psicodélicos manifiestan interesantes efectos subagudos más allá de las primeras horas de intoxicación, y cuanto mejor podamos entender esas fases transitorias posteriores a la dosis, mejor podremos organizar planes de tratamiento eficaces que utilicen esos periodos beneficiosos.
«Estos hallazgos ponen de relieve el posible papel subyacente del aumento de la creatividad y la empatía en el potencial terapéutico de los psicodélicos», dice Mason. «Es importante destacar que los efectos duran más que el estado agudo, abriendo potencialmente una «ventana de oportunidad» en la que las intervenciones terapéuticas podrían resultar más eficaces. Estos hallazgos añaden más apoyo a las crecientes pruebas que sugieren que los psicodélicos pueden tener valor terapéutico para tratar los trastornos del estado de ánimo relacionados con el estrés»
El nuevo estudio se publicó en el Journal of Psychoactive Drugs.