México tiene una gran variedad de dichos o refranes -dichos, máximas o frases-, algunos de origen mexicano y otros evidentemente no. Por analogía o a través de la rima, los dichos se supone que transmiten verdades consagradas que no admiten discusión. Pero pueden ser, y a menudo lo son, pronunciados de una manera tan petulante que se ajustan a la definición de perogrullada -una palabra casi onomatopéyica en su fealdad que significa, en pocas palabras, una verdad evidente de tan poca importancia que pronunciarla es una tontería.

Una frase de uso frecuente -tanto va el cántaro al agua, hasta que se rompe- se explica por sí misma y puede resultar especialmente molesta con su tono de «te lo dije» y su presunción de virtud en lo inevitable.

Los angloparlantes nativos traducen ocasionalmente un refrán inglés al español de forma literal, con resultados variados. Algunos se acercan lo suficiente en su equivalencia como para no importar. Más vale pájaro en la mano que cientos volando significa literalmente que un pájaro en la mano vale más que cientos volando, bastante parecido a «más vale pájaro en mano que dos en el monte.»

Pero una traducción literal de digamos, «no puedes tener tu pastel y comerlo» -no puedes tener tu pastel y comerlo- podría causar cierta diversión incluso si el oyente se da cuenta de que estás diciendo algo como no puedes chiflar y comer pinole, que literalmente significa «no puedes silbar y comer pinole», ¯una sustancia en polvo hecha con maíz molido cocido y azúcar. En sentido figurado son más o menos lo mismo.

No he notado, en cambio, que los mexicanos de habla inglesa hagan la misma suposición sobre sus propios dichos convertidos al inglés. Más bien, te dirán que hay un refrán en español, lo dirán, lo traducirán y luego te explicarán lo que significa. Todo esto hace que las conversaciones sean más largas, pero entonces «el tiempo es oro» no es una frase que tenga mucho recorrido en estas latitudes.

Hay un montón de refranes que tienen equivalentes en inglés pero que utilizan una imaginería diferente. Es mejor ser cabeza de ratón, que cola de león, significa literalmente que es mejor ser cabeza de ratón que cola de león, pero su equivalente bien podría ser -a falta de reglas- mejor un rey entre mendigos que un mendigo entre reyes. Cuando el río suena, agua lleva -cuando el río suena, lleva agua- significa más o menos lo mismo que el inglés «there’s no smoke without fire» (no hay humo sin fuego).

Un dicho local desconcertante es tirar (echar) la casa por la ventana, que es literalmente tirar la casa por la ventana, pero significa simplemente no escatimar en gastos, generalmente aplicado cuando se celebra algo. Una expresión muy mexicana es cada chango a su mecate, cada mono a su cuerda. Esta se explica por sí misma, es un antídoto contra los entrometidos y tiene diversas variantes en diferentes países de habla hispana.

Por último, para esta entrada al menos, hay un dicho que bien puede ser cierto, pero que nunca parece aplicarse sino en el peor momento posible. No hay mal que por bien no venga. Literalmente, no hay mal que por bien no venga, con un significado similar al de toda nube tiene un forro de plata. El problema es que parece que la gente siempre lo dice cuando alguien está muy angustiado por algo horrible que ha sucedido. Y un poco como Job, en lugar de consolarse, uno se inclina tal vez a murmurar algo como el universal con amigos así, ¿quién necesita enemigos?

Una amplia selección de refranes mexicanos se puede encontrar en internet.

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