Los coreanos son conocidos por su espíritu emprendedor: desde restaurantes, peluquerías, hasta la contratación de un «daeri» para que te lleve a casa en coche si has bebido, han pensado en todo. Las celebraciones de cumpleaños no son una excepción y, para el primer cumpleaños o «dol» de un bebé, los negocios que alquilan ropa y decoraciones tradicionales están ayudando a continuar con esta costumbre en Australia.

Los primeros cumpleaños son especialmente importantes para los coreanos ya que, antes de que Corea del Sur pasara de ser un país del tercer mundo a una economía dominante, muchos recién nacidos morían antes de tiempo por enfermedades o por la pobreza. En aquella época se consideraba un gran hito que un niño llegara a cumplir un año.

Lee Hye Sook es costurera y tiene una tienda en Eastwood, en Sidney, que alquila ropa y adornos tradicionales coreanos para dols, bodas y funerales. Por 500 dólares se puede alquilar la ropa «dolbok» y el «doljabee», una mesa preparada con comida tradicional coreana y objetos que significan el futuro del bebé. Si el bebé coge hilo, tendrá una larga vida; un cuaderno y un lápiz significa que será académico; y el dinero, por supuesto, significa riqueza. Los objetos varían en cada familia y en las versiones modernas se han incluido oficios específicos, como un estetoscopio con la esperanza de que el bebé se convierta en médico.

Ceremonia del dol

Con unos 40.000 surcoreanos viviendo en Sídney, eso es mucho negocio potencial para Hye Sook. Pero la empresaria está estresada por la disminución de la demanda.

«Mi negocio es el más antiguo de su clase en Sídney, pero últimamente no estoy teniendo demasiado éxito», dice a SBS.

«Cuando empecé hace 20 años, había mucha competencia, pero ahora mi tienda y otra en Meadowbank es lo único que queda.»

Hye Sook no sólo está preocupada por su menguante negocio, sino también por la posible pérdida de esta valiosa costumbre.

«La nueva generación no tiene demasiado interés en la cultura coreana, es muy triste», dice.

En cambio, sus principales clientes son no coreanos: parejas interraciales que «buscan la tradición».

«El 90% de mis clientes son parejas mixtas; el coreano quiere compartir parte de su cultura con su nueva pareja».

«Además, a los no coreanos les encanta el espectáculo: la ropa brillante, la música tradicional y la comida única.»

Celebración del dol

Joanne Baek es una mujer de 36 años, madre de dos hijos, que nació en Corea del Sur pero vive en Sídney desde el instituto. Sus dos hijos, Ryan y Evelyn, celebraron sus primeros cumpleaños con ‘dols’.

«Elegimos hacer el tema tradicional coreano ya que muestra nuestra cultura, además los trajes son más coloridos y memorables y nosotros como familia raramente nos vestiríamos con ellos».

«Además, la celebración es un reflejo de nuestra cultura y de lo que somos como coreanos-australianos», dice a SBS.

Algunos de los amigos coreanos de Joanne decidieron no celebrar el ‘dols’, y ella cree que todo se reduce a la conveniencia.

Celebración de dols

«Estar ‘occidentalizado’ es más fácil y casual… No creo que muchas madres estén dispuestas a organizar un evento tan grande por sí mismas hoy en día.»

Aunque ahora hay muchas más opciones para que los coreanos elijan, Hye Sook está decidida a continuar con su trabajo y no sólo por el bien del negocio.

«Lo hago para que la cultura coreana no disminuya, me aferro a ella.

«Nadie más está haciendo esto, así que tengo que hacerlo.»

¿Te gusta la historia? Sigue a la autora aquí: Twitter @Naeun_K

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