Los bebés de esta edad ya suelen intentar ponerse de pie y cruzar para prepararse para caminar, y puedes fomentar esto aún más haciendo un juego para ayudarles a ponerse de pie. Hacer el juego de levantarse y sentarse ayuda a desarrollar los músculos de las piernas y enseña a tu hijo a empezar a soportar su propio peso en posición erguida.

Lectura

Leer a tu hijo es una forma estupenda de aumentar el vocabulario y de presentarle todas las cosas maravillosas que ofrecen los libros.

Empiece con libros ilustrados cortos y de tapa dura diseñados para bebés de esta edad, y haga que su hijo participe en la historia haciendo que señale objetos o animales con los que esté familiarizado o incluso que le «ayude» a contar objetos como árboles o flores en la página.

También es una actividad estupenda para incluirla en la rutina de la hora de acostarse para ayudar a su hijo a relajarse y aumentar las posibilidades de que todos duerman bien.

Juegos de gateo

Al igual que ayudar a su hijo a ponerse de pie, este juego anima a su hijo de 8 meses a empezar a moverse de forma independiente. Convierte el gateo en un juego colocando algunas almohadas o juguetes para que maniobre por encima o alrededor.

También puedes convertirlo en un juego de seguir al líder gateando delante de tu hijo y haciendo que siga tu velocidad y luego animándole a que intente lo mismo contigo.

Cucú (Escondite)

Aunque esta es sin duda una de las actividades básicas de los niños de 8 meses, puede que no sepas que en realidad ayuda a tu hijo a desarrollar el concepto de permanencia de los objetos.

Cuando empiezas a jugar al cucú, tu bebé no se da cuenta de que en realidad no estás saliendo de la habitación y luego vuelves a aparecer por arte de magia. Pero al practicar este juego, le ayudas a construir la comprensión de que sólo estás detrás de cualquier objeto, lo que tiene el beneficio a largo plazo de ayudar con la ansiedad de separación porque siempre vuelves.

Bolsas y contenedores sensoriales

Puedes ayudar a tu hijo a aprender a conectar sus sentidos con el mundo que le rodea y sus experiencias. Puedes crear bolsas y cubos sensoriales metiendo objetos de diferentes texturas en una bolsa y dejando que tu hijo los saque uno a uno. Sólo asegúrate de que los objetos no sean tóxicos y sean lo suficientemente grandes como para no suponer un peligro de asfixia, ya que es probable que acaben en la boca de tu hijo.

Mantener a tu bebé activo y feliz todo el día puede ser una tarea agotadora. Asegúrese de dedicar algo de tiempo a atender su propio sueño y a controlar retos como los ronquidos, que pueden estar manteniéndolo despierto por la noche.

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