Controlando las hormonas esenciales para su metabolismo

Escrito por Robert M. Sargis MD, PhD

Su glándula tiroides es una pequeña glándula, que normalmente pesa menos de una onza, situada en la parte delantera del cuello. Está formada por dos mitades, llamadas lóbulos, que se encuentran a lo largo de la tráquea y están unidas por una estrecha banda de tejido tiroideo, conocida como istmo.

La tiroides está situada justo debajo de la «manzana de Adán» o laringe. Durante el desarrollo (dentro del vientre materno) la glándula tiroides se origina en la parte posterior de la lengua, pero normalmente migra a la parte delantera del cuello antes del nacimiento. A veces no migra correctamente y se sitúa en la parte alta del cuello o incluso en la parte posterior de la lengua (tiroides lingual). Esto es muy raro. Otras veces puede migrar demasiado lejos y terminar en el pecho (esto también es raro).

La función de la glándula tiroides es tomar el yodo, que se encuentra en muchos alimentos, y convertirlo en hormonas tiroideas: tiroxina (T4) y triyodotironina (T3). Las células tiroideas son las únicas células del cuerpo que pueden absorber el yodo. Estas células combinan el yodo y el aminoácido tirosina para producir T3 y T4. A continuación, la T3 y la T4 se liberan en el torrente sanguíneo y se transportan por todo el cuerpo, donde controlan el metabolismo (conversión de oxígeno y calorías en energía).

Todas las células del cuerpo dependen de las hormonas tiroideas para regular su metabolismo. La glándula tiroidea normal produce aproximadamente un 80% de T4 y un 20% de T3, sin embargo, la T3 posee unas cuatro veces más «fuerza» hormonal que la T4.
La glándula tiroidea está bajo el control de la hipófisis, una pequeña glándula del tamaño de un cacahuete situada en la base del cerebro (mostrada aquí en naranja). Cuando el nivel de hormonas tiroideas (T3 & T4) desciende demasiado, la hipófisis produce la hormona estimulante del tiroides (TSH), que estimula la glándula tiroidea para que produzca más hormonas. Bajo la influencia de la TSH, el tiroides fabricará y segregará T3 y T4 elevando así sus niveles en sangre.

La hipófisis percibe esto y responde disminuyendo su producción de TSH. Uno puede imaginar la glándula tiroides como un horno y la hipófisis como el termostato.

Las hormonas tiroideas son como el calor. Cuando el calor vuelve al termostato, lo apaga. A medida que la habitación se enfría (los niveles de hormonas tiroideas bajan), el termostato se vuelve a encender (la TSH aumenta) y el horno produce más calor (hormonas tiroideas).
La propia glándula pituitaria está regulada por otra glándula, conocida como el hipotálamo (que se muestra en la imagen de arriba en azul claro). El hipotálamo es parte del cerebro y produce la hormona liberadora de TSH (TRH) que le dice a la glándula pituitaria que estimule la glándula tiroides (libere TSH). Uno podría imaginar el hipotálamo como la persona que regula el termostato, ya que le dice a la glándula pituitaria a qué nivel debe ajustarse la tiroides.

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Glándula tiroidea: Visión general

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