Cistectomía laparoscópica en un vistazo

  • La cistectomía laparoscópica es la extirpación de quistes o masas ováricas mediante laparoscopia, una forma de cirugía mínimamente invasiva.
  • La laparoscopia es una técnica quirúrgica en la que un cirujano introduce un pequeño instrumento iluminado parecido a un telescopio (laparoscopio) en el abdomen a través de una pequeña incisión para examinar o realizar la cirugía.
  • La cistectomía laparoscópica se utiliza para extirpar quistes y crecimientos en los ovarios que son persistentes, aumentan de tamaño o causan síntomas.
  • El objetivo de una cistectomía laparoscópica es preservar la fertilidad de la paciente extirpando sólo el quiste o el crecimiento y conservando el tejido ovárico restante.
  • La cistectomía laparoscópica sólo se recomienda si el quiste o masa es probablemente benigno (no canceroso).
    • ¿Qué es la cistectomía laparoscópica?

      La cistectomía laparoscópica es un procedimiento mínimamente invasivo que se utiliza para identificar y extirpar quistes o masas de uno o ambos ovarios. Cuando es necesario examinar un quiste con mayor detenimiento o cuando una paciente experimenta síntomas como consecuencia de un quiste, un médico puede recomendar una cistectomía laparoscópica.

      La edad de la mujer, su historial de salud, los síntomas y el tipo de quiste pueden influir en que el médico recomiende la extirpación quirúrgica. La cirugía podría recomendarse si:

      • El quiste mide más de 5 cm.
      • El quiste no se reduce ni desaparece después de dos o tres ciclos menstruales.
      • El quiste no parece ser un quiste funcional (un quiste que crece como resultado de la ovulación).
      • El quiste causa dolor o molestias.
      • La cistectomía laparoscópica es el procedimiento quirúrgico preferido para las pacientes pediátricas, adolescentes y en edad reproductiva, ya que el procedimiento funciona para preservar el ovario y la fertilidad de la paciente. En los casos en los que el quiste es excesivamente grande, se sospecha de un cáncer maligno o la paciente ha llegado a la edad de la menopausia, un cirujano puede recomendar un enfoque quirúrgico diferente y/o la extirpación de todo el ovario.

        Lea la historia, El susto de la torsión ovárica de Peyton, causada por un quiste ovárico.

        Qué esperar durante la cistectomía laparoscópica

        La laparoscopia se realiza normalmente bajo anestesia general. El cirujano inflará el abdomen con gas de dióxido de carbono para alejar la pared abdominal de los órganos y hacerlos más visibles. Una vez inflado el abdomen, se introduce el laparoscopio a través de pequeñas incisiones realizadas cerca del ombligo. Se realizan de dos a tres incisiones adicionales en el hueso púbico y/o a ambos lados de la parte inferior del abdomen. La longitud de la incisión varía, pero la mayoría de las incisiones tienen una longitud de entre un cuarto de pulgada y tres cuartos de pulgada.

        Una cámara situada en el extremo del laparoscopio transmite una señal de vídeo en directo a una pantalla para que el cirujano realice el procedimiento. El médico examinará el quiste y el ovario más de cerca y extraerá el quiste utilizando herramientas quirúrgicas que pasan a través de las incisiones. Durante la cistectomía, el cirujano trabaja con cuidado para no dañar el ovario ni las trompas de Falopio (los conductos que conectan el ovario con el útero), y para preservar la fertilidad de la paciente. A veces, el quiste se rompe durante la cirugía.

        Una vez extirpado el quiste, el cirujano cierra las incisiones con puntos de sutura. A menudo, las mujeres que se han sometido a una cistectomía laparoscópica pueden irse a casa el mismo día de la operación. El tiempo de recuperación varía de una persona a otra, pero muchas mujeres vuelven a trabajar y a realizar actividades ligeras en un plazo de 1 a 2 semanas después de la intervención.

        ¿Cuáles son los riesgos de la cistectomía laparoscópica?

        La cistectomía laparoscópica es un procedimiento relativamente seguro, pero como la mayoría de los procedimientos quirúrgicos, presenta riesgos potenciales para el paciente. Nuestros cirujanos tienen cuidado de mitigar las complicaciones y discuten los riesgos potenciales con cada paciente. Las complicaciones menores, como la infección y la irritación de las incisiones, son posibles, al igual que los riesgos más graves, como:

        • Los quistes ováricos y los endometriomas (quistes en el revestimiento uterino) pueden reaparecer.
        • Problemas relacionados con la anestesia.
        • La formación de hematomas, o hinchazón debida a la sangre fuera de un vaso.
        • Reacciones alérgicas.
        • Daños en los nervios.
        • Formación de coágulos de sangre en las venas que pueden llegar a los pulmones.
        • Lesión en el ovario o en la trompa de Falopio que puede requerir su extirpación.
        • Lesión de un órgano abdominal o pélvico.
        • Las mujeres que se han sometido a una cirugía abdominal previa, que tienen adherencias pélvicas o que tienen sobrepeso tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones. Cada uno de nuestros cirujanos tiene mucho cuidado en discutir los riesgos potenciales y recomendar el procedimiento que cree que es mejor para tratar al paciente.

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