Bogie y Bacall: Fueron una de las historias de amor más famosas de Hollywood. El tipo duro más formidable y carismático del mundo del cine y la sensual mujer fatal que le enseñó a silbar -entre otras cosas- quemaron la gran pantalla en cuatro películas. Fuera de la pantalla pasarían 12 años juntos, de 1945 a 1957, como marido y mujer.
Pero lo que muchos cinéfilos quizá no sepan es que Bacall no fue la única mujer en la vida de Bogart. Verita Bouvaire Thompson, una morena vivaz que podía beber y vestir mejor que la leyenda de la gran pantalla, mantuvo un romance de 17 años con Bogart, que comenzó dos años antes de que éste conociera a Bacall en el rodaje de Tener y no tener, de 1944, y que continuó hasta su final en 1957. Su relación, uno de los secretos mejor guardados del mundo del espectáculo, saldría finalmente a la luz en las memorias de Thompson de 1982, Bogie and Me: Una historia de amor.
Humphrey Bogart y Lauren Bacall, ‘Tener y no tener’
La aguerrida Thompson, que una vez se apodó a sí misma «la peor pesadilla de Bacall», nació como Verita Bouvaire en Arizona, de padre irlandés y madre mexicana. Fue la primera finalista en el concurso de belleza de Miss Arizona en 1935 y, como muchas otras chicas guapas, se fue a Hollywood con la intención de convertirse en una estrella. Consiguió un contrato, pero durante el rodaje de una película del Oeste, se cayó del caballo y se rompió el brazo. Thompson se fue a Ciudad de México a curarse y se cruzó con un peluquero francés que quería trabajar en Estados Unidos. Antes de darse cuenta, ambos decidieron asociarse.
La actriz Lauren Bacall, novia del actor Humphrey Bogart. Foto de Ed Clark/The LIFE Picture Collection/Getty Images
Thompson se matriculó en una escuela de belleza y se convertiría en una de las peluqueras más solicitadas de Hollywood, trabajando con un montón de actrices, así como con protagonistas con problemas de folículos – entre ellos, Charles Boyer, Ray Milland y Gary Cooper.
Thompson conoció a Bogart en una fiesta de clausura de Casablanca, celebrada en los estudios de la Warner Bros. La actriz Ann Sheridan, una amiga, invitó a Thompson a la fiesta. Bogart echó un vistazo y se quedó boquiabierto. La seductora Thompson, que no se achicaba, consiguió incluso que el actor machista se metiera en la pista de baile. «A Bogie no le gustaba bailar, pero, cariño, bailamos toda la noche y desde ese día fuimos amantes», recordaba ella años después.
Humphrey Bogart, líder original del Rat Pack (de ‘Sabrina’, 1954)
A pesar de que ambos estaban casados -Bogart con su tercera esposa, May Methot (un matrimonio famoso por sus frecuentes peleas), y Thompson con el técnico de cine Robert Peterson- se embarcaron en un romance.
Ambos acabaron divorciándose de sus cónyuges, pero en 1945, Thompson se quedó atónita al saber que menos de dos semanas después del divorcio de Bogart, éste se casó con su coprotagonista de 20 años en Tener y no tener, una ex modelo neoyorquina llamada Lauren «Betty» Bacall.
Bacall y Bogart en ‘El gran sueño’ (1946)
No obstante, la relación clandestina continuó. Los dos sabían que debían mantener su romance en secreto: incluso un indicio de infidelidad podía hacer fracasar una carrera en aquellos días. Afortunadamente, era un montaje ideal.
Thompson tenía una razón válida para estar cerca del actor: él llevaba tupé y ella era fabricante de pelucas, después de todo. Thompson viajaba con Bogart, llevando una maleta repleta de postizos con nombres muy coloridos, incluyendo la Peluca de Cóctel y la Peluca de Shaggy. (Una vez confesó que dormía con una de sus pelucas metida debajo de la almohada cuando él no estaba). Bogart incluso presentaba a Thompson como su amante, pensando astutamente que la gente nunca creería que admitiera tal indiscreción si fuera realmente cierta.
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Por extraño que parezca, Peterson era una invitada frecuente a cenar en la casa de Bogart. Más tarde admitiría: «Me parecía muy hipócrita tener algo que ver con la vida doméstica de Bogie, y aunque Bogie estaba de acuerdo conmigo en principio, señaló que levantaría sospechas si no actuaba como lo haría normalmente una empleada de Humphrey Bogart. Y así me familiaricé con Betty y los dos niños más de lo que quería en esas circunstancias.»
Lauren Bacall y Humphrey Bogart – 1945
El romance terminó cuando Peterson se casó con el productor Walter Thompson en 1955, pero siguió siendo amiga de la pareja hasta la muerte de Bogart en 1957. Thompson afirmaría que el actor la llamó justo al final, pidiéndole que revisara su amado barco, el Santana. «No te bebas todo mi whisky», le dijo. «Pronto estaré allí».
El marido de Thompson murió en 1975. Ella abrió un restaurante, Verita’s La Cantina, en Sunset Boulevard. En 1982, se trasladó a Nueva Orleans y abrió un piano bar, Bogie and Me.
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Cuando el huracán Katrina estaba a punto de golpear en 2005, se instó a Thompson a desalojar la ciudad, pero ella no se movió. «Lauren Bacall no consiguió echarme de Hollywood», dijo. «El Katrina no me obligará a salir de Nueva Orleans». Tres años después, a los 89 años, Thompson falleció por causas naturales. Bogie por fin tenía de vuelta a su compañera de copas favorita.