John Kay, (nacido el 16 de julio de 1704, cerca de Bury, Lancashire, Inglaterra-muerto hacia 1780, Francia), maquinista e ingeniero inglés, inventor de la lanzadera volante, que supuso un importante paso hacia la tejeduría automática.

Hijo de un fabricante de lana, Kay quedó a cargo de la fábrica de su padre cuando aún era joven. Hizo muchas mejoras en la maquinaria de aderezo, bateo y cardado. El 26 de mayo de 1733, recibió la patente de un «Nuevo motor o máquina para abrir y aderezar la lana» que incorporaba su lanzadera volante. En los telares anteriores, la lanzadera se lanzaba, o pasaba, a través de los hilos de la urdimbre a mano, y los tejidos anchos requerían que dos tejedores sentados uno al lado del otro pasaran la lanzadera de izquierda a derecha y luego de vuelta. Kay montó su lanzadera sobre ruedas en un carril y utilizó paletas para disparar la lanzadera de un lado a otro cuando el tejedor tiraba de una cuerda. Utilizando la lanzadera voladora, un solo tejedor podía tejer telas de cualquier anchura con más rapidez de la que podían hacerlo dos antes.

Los fabricantes de lana de Yorkshire se apresuraron a adoptar el nuevo invento, pero organizaron un club de protección para evitar pagar a Kay un canon. Después de perder la mayor parte de su dinero en los litigios para proteger su patente, Kay se trasladó a Francia, donde se dice que murió en la oscuridad. El invento de Kay aumentó tanto el consumo de hilo que impulsó la invención de las máquinas de hilar, pero su verdadera importancia radicó en su adaptación en los telares mecánicos.

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