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Una medida de sal

Del 27 de mayo al 2 de junio, 2012PNG

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La salinidad -la cantidad de sal disuelta en el agua- es fundamental para muchos aspectos del océano, desde la circulación hasta el clima y el ciclo global del agua. Durante gran parte del año pasado, la NASA y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) de Argentina han realizado observaciones exhaustivas de la salinidad de la superficie del mar desde el espacio. Lanzada el 10 de junio de 2011, la misión Aquarius está recopilando poco a poco una imagen más completa del mar salado y de cómo varÃa.

El mapa de arriba muestra la salinidad cerca de la superficie del océano medida por el instrumento Aquarius en el satélite de Aplicaciones CientÃficas (SAC)-D. Los datos representados muestran la salinidad media del 27 de mayo al 2 de junio de 2012, en un rango de 30 a 40 gramos por kilogramo, siendo 35 gramos la media. Los valores más bajos se representan en morados y azules; los más altos se muestran en tonos de naranja y rojo. Las áreas negras se producen donde no había datos disponibles, ya sea debido a la órbita del satélite o porque el océano estaba cubierto de hielo, a través del cual Aquarius no puede ver.

Haga clic en la animación debajo de la imagen principal para ver los patrones de salinidad que cambian semana a semana durante el año pasado. Destacan algunas características. Como los oceanógrafos han sabido durante muchos años -pero ahora pueden «ver»- el océano Atlántico es más salado que los océanos Pacífico e Índico. Ríos como el Amazonas transportan enormes cantidades de escorrentía fresca desde la tierra y esparcen penachos hasta el mar. Y en los trópicos -especialmente cerca de la Zona de Convergencia Intertropical del Pacífico- las lluvias adicionales hacen que las aguas ecuatoriales sean algo más frescas.

Cerca de la mayoría de las costas y mares interiores del mapa, las aguas parecen mucho más frescas o saladas que en los lugares de mar abierto. Por ejemplo, en el Mar Rojo y el Mediterráneo las aguas son más saladas; en el Mar Negro, en las altas latitudes heladas y alrededor de las numerosas islas y penínsulas del sudeste asiático, las aguas son mucho más frescas. De hecho, la escorrentía de los ríos y el deshielo hacen que el agua sea más fresca, y la fuerte evaporación y otros procesos hacen que los mares Rojo y Mediterráneo sean más salados. Pero, sobre todo, esas mediciones de salinidad extrema alrededor de las costas son una distorsión de la señal del satélite.

Técnicamente, Aquarius mide la emisividad o «temperatura de brillo» de las aguas superficiales, señala Gary Lagerloef, investigador principal de Aquarius, con sede en Earth and Space Research en Seattle. Las masas de tierra tienen una mayor emisividad que el océano, por lo que cualquier medición cerca de la tierra tiende a estar sesgada por su brillo. Con el tiempo, el equipo de investigación del Aquarius debería ser capaz de calibrar las mediciones y desarrollar herramientas matemáticas para distinguir mejor la señal de la sal. Pero por ahora, las mediciones son tan nuevas que el equipo sigue trabajando en la imagen general de la salinidad del océano.

Aquarius es el primer instrumento de la NASA diseñado específicamente para estudiar la salinidad superficial del océano desde el espacio, y lo hace a un ritmo de 300.000 mediciones al mes. Utiliza tres sensores pasivos de microondas, llamados radiómetros, para registrar la señal térmica de los 10 milímetros superiores de los océanos.

«Una cuestión primordial en la investigación del clima es comprender cómo se relacionan los cambios en el ciclo del agua de la Tierra -es decir, las precipitaciones y la evaporación, las descargas de los ríos, etc.- con la circulación oceánica y el clima», dijo Lagerloef. La mayor parte de las precipitaciones y la evaporación tienen lugar en el océano y son muy difíciles de medir. Pero las precipitaciones refrescan las aguas superficiales del océano, y Aquarius puede detectar estos cambios de salinidad. «La salinidad es la variable que podemos utilizar para medir ese acoplamiento. Es un factor crítico, y con el tiempo se utilizará para mejorar las previsiones climáticas»

Imágenes de la NASA por Norman Kuring, Centro de Vuelo Espacial Goddard. Animación de Robert Simmon. Pie de foto de Mike Carlowicz, Observatorio de la Tierra, con información de María-José Viñas, Equipo de Noticias de Ciencias de la Tierra de la NASA.

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