El rey de los Titanes, Cronos, engendró varios hijos de Rea: Hestia, Deméter, Hera, Hades y Poseidón, pero se los tragó a todos nada más nacer, ya que se había enterado de que estaba destinado a ser vencido por su propio hijo como había derrocado a su propio padre. Pero cuando Rea estaba a punto de dar a luz a Zeus, buscó a Gea para que ideara un plan para salvarlo, de modo que Cronos obtuviera su retribución por sus actos contra Urano y sus propios hijos. Así, Rea dio a luz a Zeus en la Cueva Díctaica de Creta, entregándole a Cronos una roca envuelta en pañales, que éste se tragó rápidamente.
Entonces, Zeus fue trasladado de la Cueva Díctaica a la Cueva Idaica. Durante el traslado, según Diodoros, su ombligo cayó cerca de un río, que es el actual río Karteros, al este de Heraklion. Según otra versión más débil del mito, Zeus no sólo creció, sino que nació en el Andrón ídico. Otra versión dice que Zeus no sólo nació, sino que también creció en la cueva de Diktaean.
Siete gigantes de buen carácter llamados Curetes (Kourites) de Eubea fueron invitados por Rea a guardar la entrada de la cueva. Además, cada vez que el bebé Zeus lloraba, ellos enmascaraban el sonido del llanto golpeando fuertemente sus legendarios escudos con sus espadas, así Cronos no podía oír el llanto de Zeus. Según otra versión, los Curetes bailaban una danza muy rápida y sus armaduras golpeaban fuertemente. Esta danza, dicen, es el ancestro de la actual Pentozalis, una danza tradicional cretana.
La ninfa Melisa se encargó de la crianza de Zeus. La mítica cabra Amaltea lo amamantó con su leche. Un día, cuando Zeus jugaba con esta cabra, le rompió uno de sus cuernos y se lo regaló a Amaltea, diciéndole que del cuerno brotarían todos los frutos que pudiera desear (el famoso Cuerno de Amaltea, o Cuerno de la Abundancia).
Llegó el día en que Zeus fue lo suficientemente maduro como para reclamar el Reino del Mundo y comenzó una batalla contra su padre y los Titanes, también conocida como «Titanomaquia». Primero consiguió liberar a sus cinco hermanos mayores del estómago de su padre dándole una hierba especial y haciéndole así vomitar. Con la ayuda de sus hermanos, Zeus derrocó entonces a los Titanes en las profundidades del Inframundo, el Tártaro.
Después de derrocar a su padre Cronos, Zeus se enfrentó a los Gigantes y al monstruo Tifón, a los que combatió con éxito. Finalmente, el Reino del Mundo quedó en manos de Zeus y sus hermanos.
Se sorteó con sus hermanos Poseidón y Hades para que la suerte determinara quién sería el nuevo rey de los dioses. Zeus ganó el sorteo y se convirtió oficialmente en gobernante de la Tierra y el Cielo y en el Señor del Monte Olimpo, la montaña más alta de Grecia.