El hígado es la Gran Estación Central (por así decirlo) de las funciones del cuerpo, especialmente para el proceso de desintoxicación. El órgano interno más grande, el hígado se encuentra en la parte superior derecha del abdomen y ayuda a mantener el flujo de energía del cuerpo en equilibrio, regula el flujo sanguíneo, produce enzimas digestivas y aminoácidos, y asegura el funcionamiento óptimo del ciclo menstrual. En pocas palabras, el hígado es la clave de la vida. Cada segundo del día, el hígado está filtrando y desintoxicando sistemáticamente todo lo que entra en el cuerpo, desde los alimentos hasta los medicamentos, protegiéndonos de las intoxicaciones. Como centro de intercambio de información del cuerpo, el hígado tiene la responsabilidad exclusiva de determinar qué sustancias son beneficiosas para el organismo y cuáles deben ser eliminadas. Y ahí es donde entran en juego las fases críticas del proceso de desintoxicación.

Dar a su hígado un cuidado especial durante la primavera le ayudará a conseguir una mejor salud. Este programa le ayudará a nutrir el hígado, a regenerar las células y los tejidos, a apoyar la purificación de la sangre y a energizar y calmar el sistema nervioso.

Limpie su hígado

La raíz de diente de león (Taraxacum officinale) es una infusión primaveral de primer orden porque tiene una larga historia de limpieza y descongestión hepática suave y eficaz. Es conocido como un tónico hepático primario y ofrece más valor nutricional que la mayoría de las verduras. El diente de león ayuda a aliviar la inflamación y la congestión del hígado al estimular la bilis. Otras hierbas protectoras del hígado son la raíz de genciana (Gentiana lutea), el cardo mariano (Silybum marianum), la duela amarilla (Rumex crispus) y la raíz de uva de Oregón (Mahonia aquifolium). Las especias ricas en clorofila, como el eneldo, la menta, el estragón y el tomillo, son desintoxicantes de larga tradición que nutren y purifican el torrente sanguíneo al tiempo que ayudan al organismo a realizar la digestión. Los zumos frescos de limón y lima, diuréticos naturales, deberían incluirse en el plan de desintoxicación de primavera por sus propiedades antisépticas, germicidas y de eliminación de mucosidad. Se han utilizado durante siglos como tonificadores del hígado.

Dieta alimentaria de desintoxicación de diez días

La primavera es el momento de hacer hincapié en muchas verduras frescas, especialmente en las verduras de hoja verde oscura purificadoras como la col rizada. Los alimentos para el desayuno, el almuerzo y la cena deben ser elegidos de las categorías que se enumeran a continuación. La siguiente lista se limita a los alimentos enteros y naturales sin condimentos (excepto las especias purificadoras de primavera mencionadas anteriormente). Con las comidas o entre ellas, tome 1 taza de té de raíz de diente de león al día. Con el desayuno o la cena, tome un suplemento de apoyo al hígado que contenga una o más de las hierbas para el hígado mencionadas anteriormente.

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  • Aceite-2 cucharadas de aceite de linaza orgánico al día.
  • Proteínas magras-al menos 8 onzas diarias. Elija entre huevos, pescado, cordero, aves de corral, faisán y codorniz. Los vegetarianos pueden sustituir las proteínas animales por suero de leche y productos de soja moderados.
  • Vegetales-un número ilimitado al vapor o crudos, de bajo índice glucémico. Elija selecciones con alto contenido en fibra como pimientos, espárragos, judías, coles, cebollas, calabazas, brócoli y tomates.
  • Frutas-2 porciones enteras diarias. Elija naranjas, manzanas, pomelos, aguacates, ciruelas, albaricoques, nectarinas y fresas.
  • Agua filtrada-8 vasos al día para eliminar los desechos del cuerpo, mantener los tejidos húmedos y lubricar el sistema.
    • Manténgase en movimiento

      Después de un invierno sedentario, muchas personas arrastran hasta tres kilos de desechos tóxicos. Los programas de ejercicio que enfatizan lo cardiovascular, la fuerza y la flexibilidad deben ser disfrutados durante y después de una desintoxicación de primavera. Asegúrese de equilibrar su ejercicio entre la actividad en interiores y al aire libre. Pruebe a caminar a paso ligero, correr, jugar al tenis, bailar y hacer estiramientos. Haga ejercicio a diario durante al menos treinta minutos.

      Beneficios de los paquetes de aceite de ricino

      Desde la antigüedad, el aceite de ricino se ha utilizado para una variedad de enfermedades, pero particularmente para las relacionadas con el hígado y la vesícula biliar. Se cree que el aceite de ricino puede penetrar hasta cuatro pulgadas en el cuerpo. En una conferencia de la Asociación Americana de Médicos Naturopáticos celebrada en 1992 en Tempe, Arizona, se informó de que el uso diario de paquetes de aceite de ricino dio lugar a un efecto de normalización de las enzimas hepáticas y a un mayor bienestar y energía entre los participantes en la investigación.

      A menudo utilizo paquetes de aceite de ricino como terapia de desintoxicación para estimular el hígado y la vesícula biliar y para extraer las toxinas del cuerpo. Necesitarás aceite de ricino puro prensado en frío, franela de lana (no de algodón) y una almohadilla térmica. Dobla la franela en tres o cuatro capas y empápala con aceite de ricino. Ponga la franela en una fuente de horno y caliéntela lentamente en el horno hasta que esté caliente, pero no hirviendo. Frote el aceite de ricino en su estómago, acuéstese y coloque la franela caliente sobre su estómago. Selle la franela con un envoltorio de plástico. Cúbrala con una almohadilla térmica durante una hora, manteniendo la franela tan caliente como sea posible de forma segura y cómoda. Durante el período de desintoxicación, utilice la compresa de aceite de ricino una vez al día durante tres días sucesivos, tómese tres días de descanso y vuelva a utilizarla durante otros tres días sucesivos. Puede continuar con este régimen de forma segura durante toda la primavera.

      Ann Louise Gittleman, N.D., M.S., C.N.S., es una de las nutricionistas más destacadas de Estados Unidos. Es autora de The Fat Flush Plan (McGraw Hill, 2001), Eat Fat, Lose Weight (Keats, 1999) y Why Am I Always So Tired? (Harper San Francisco, 1999).

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