Giordano Bruno

Giordano Bruno (1548-1600)

Filippo Bruno nació en Nola, cerca de Nápoles, hijo de Giovanni Bruno, un soldado, y de Fraulissa Savolino. Tomó el nombre de Giordano al ingresar en la orden dominicana. En el gran monasterio dominicano de Nápoles (donde había enseñado Tomás de Aquino), Bruno se instruyó en la filosofía aristotélica. Su excepcional pericia en el arte de la memoria le llamó la atención de los mecenas, y fue llevado a Roma para demostrar sus habilidades al Papa. Durante este periodo, es posible que también cayera bajo la influencia de Giovanni Battista Della Porta, un polímata napolitano que publicó un importante libro sobre magia natural. Bruno se sintió atraído por nuevas corrientes de pensamiento, entre ellas las obras de Platón y Hermes Trismegisto, ambas resucitadas en Florencia por Marsilio Ficino a finales del siglo XV. Se creía que Hermes Trismegisto era un profeta gentil contemporáneo de Moisés. Las obras que se le atribuyen datan, de hecho, del inicio de la era cristiana.

Debido a sus tendencias heterodoxas, Bruno llamó la atención de la Inquisición en Nápoles y en 1576 abandonó la ciudad para escapar de la persecución. Cuando ocurrió lo mismo en Roma, volvió a huir, esta vez abandonando su hábito dominicano. Durante los siete años siguientes vivió en Francia, dando conferencias sobre diversos temas y atrayendo la atención de poderosos mecenas. De 1583 a 1585 vivió en la casa del embajador francés en Londres. Durante este periodo publicó los libros más importantes para nuestros fines, Cena de le Ceneri («La cena del miércoles de ceniza») y De l’Infinito, Universo e Mondi («Sobre el universo infinito y los mundos»), ambos publicados en 1584. En Cena de le Ceneri, Bruno defendió la teoría heliocéntrica de Copérnico . Parece que no entendía muy bien la astronomía, pues su teoría es confusa en varios puntos. En De l’Infinito , Universo e Mondi, defendió que el universo era infinito, que contenía un número infinito de mundos y que todos ellos están habitados por seres inteligentes.

Dondequiera que fuera, las apasionadas declaraciones de Bruno provocaban oposición. Durante su etapa inglesa ultrajó al profesorado de Oxford en una conferencia en la universidad; a su regreso a Francia, en 1585, se vio envuelto en una violenta disputa por un instrumento científico. En 1586 huyó de París a Alemania, donde vivió en Wittenberg, Praga, Helmstedt y Frankfurt. Al igual que en Francia e Inglaterra, vivió de la munificencia de sus mecenas, a los que, al cabo de un tiempo, siempre ultrajaba. En 1591 aceptó una invitación para vivir en Venecia. Aquí fue detenido por la Inquisición y juzgado. Después de retractarse, Bruno fue enviado a Roma, en 1592, para otro juicio. Durante ocho años fue encarcelado e interrogado periódicamente. Cuando, al final, se negó a retractarse, fue declarado hereje y quemado en la hoguera.

Se suele mantener que Bruno fue ejecutado por su copernicanismo y su creencia en la infinidad de mundos habitados. En realidad, no sabemos los motivos exactos por los que fue declarado hereje porque su expediente ha desaparecido de los registros. Científicos como Galileo y Johannes Kepler no simpatizaron con Bruno en sus escritos.

Fuentes: Una conveniente introducción a Bruno es el artículo de Frances Yates en el Dictionary of Scientific Biography. Varias de las obras de Bruno han sido traducidas al inglés. Véase The Ash Wednesday Supper, tr. Stanley L. Jaki (La Haya: Mouton, 1975); Sidney Greenberg, The Infinite in Giordano Bruno, with a Translation of his Dialogue Concerning the Cause, Principle, and One (Nueva York: King’s Crown Press, 1950); Jack Lindsay, Cause, Principle, and Unity; Five Dialogues (Nueva York: International Publishers, 1964); Dorothea Waley Singer Giordano Bruno, his Life and Thought. Con traducción comentada de su obra Sobre el universo y los mundos infinitos (Nueva York: Schuman). La obra crucial sobre el pensamiento de Bruno es Frances Yates, Giordano Bruno and the Hermetic Tradition (Chicago: University of Chicago Press, 1964). Véase también Walter Pagel, «Giordano Bruno: The Philosophy of Circles and the Circular Movement of the Blood», Journal of the History of Medicine and Allied Sciences 6 (1951) 116-125; Angus Armitage, «The Cosmology of Giordano Bruno, Annals of Science 6 (1948):24-31.

Imagen: Christian Bartholméss, Jordano Bruno (París: Libaririe Philosophique de Ladrange, 1846), frontispicio.

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